Junts per Catalunya anunció este jueves que se abstendría en la votación de investidura del republicano Pere Aragonès, en el pleno celebrado este viernes, lo que confirmaba que el candidato no lograría ser designado president. Pero la formación de Carles Puigdemont ha pedido a Aragonès que renuncie a presentarse a la segunda votación, en las 48 horas posteriores, y que detenga el proceso hasta sellar un acuerdo.
Pere Aragonès no será investido presidente de Cataluña este viernes, y todo apunta a que tampoco lo conseguirá en la segunda votación, a pesar de que solo necesita más 'síes' que 'noes'. Y es que su antiguo socio de Govern, Junts le ha pedido que renuncie a esa votación hasta que se cierre un acuerdo entre los 74 diputados del bloque independentista. Por el momento, ERC solo cuenta con sus 33 diputados y los 9 de la CUP, ya que los 32 de Junts han optado por la abstención.
El presidente del grupo parlamentario de Junts en el Parlamento, Albert Batet, ha asegurado que "no tenemos ninguna duda de que debe ser el presidente de la Generalitat", pero ha justificado la abstención "con la voluntad de seguir trabajando para conseguir un buen acuerdo de legislatura, y tener un gobierno fuerte, unido y estable para los cuatro años de legislatura".
Batet ha reiterado que "hay que construir un gobierno con capacidad de liderazgo que dé respuesta a la crisis sanitaria, económica y social actual y que trace un horizonte plausible y transitable para alcanzar la independencia".
Tras pedir a Aragonés que renuncie a la segunda votación de investidura, Junts ha emplazado a ERC y la CUP a seguir trabajando "para cerrar un acuerdo de gobierno, con generosidad, responsabilidad y sentido de país". A juicio de Batet, los resultados del 14-F ofrecen una "oportunidad única para formar un gobierno que supere las dificultades de la anterior legislatura.
"Queremos un gobierno de coalición, no de colisión, un acuerdo de unión, de alianza", ha proclamado Batet tras escuchar la intervención del candidato de ERC.
Y es que Junts quiere apostar por una "vía de bifurcación desde Europa, que es donde hay amparo judicial, que permita preparar y garantizar la acción política para lograr la independencia de Cataluña". Y es que su pretensión es lograr un papel clave para el Consejo por la República, que lideraría Puigdemont, que "debe actuar como órgano deliberativo y decisorio de la hoja de ruta hacia la independencia".
Batet también aseguró que además de avanzar hacia la independencia, "es necesario que el Govern haga lo imposible para salir con éxito de la crisis, pero que también contribuya a sentar las bases de la Cataluña postcoronavirus", y ha llamado a "proteger el estado del bienestar y garantizar la recuperación económica para asegurar la supervivencia de los negocios y de los puestos de trabajo".
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