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Esta patología afecta a sus habilidades sociales, sus estudios y su salud

El 15% de los jóvenes madrileños es adicto a las nuevas tecnologías

miércoles 09 de enero de 2008, 13:21h
El 15 por ciento de los jóvenes madrileños entre 12 y 25 años manifiesta síntomas de adicción a alguna tecnología de comunicación o videojuego. Así lo indica un estudio elaborado por el organismo autónomo Madrid Salud que investiga el uso problemático de las nuevas tecnologías -móviles, juegos, chat, internet- entre adolescentes y jóvenes de la ciudad de Madrid. El análisis se ha realizado en dos fases sobre 556 hogares en los que se ha hablado con los jóvenes y alguno de sus progenitores o tutores.
El documento explica que, sin distinción de edad, los jóvenes son especialmente vulnerables a los riesgos que implican las nuevas tecnologías, debido a su uso masivo. El 91,6 por ciento de ellos utilizan el teléfono fijo, el 95,5 por ciento el teléfono móvil, el 93,8 por ciento se comunica a través de SMS, el 62 por ciento usa el correo electrónico y un 34,6 por ciento el chat. En cuanto a la frecuencia por semana, el teléfono fijo lo usan 5,29 días; el móvil, 5,72 días; el chat, 3,10 días; el correo electrónico, 2,91, días; y las llamadas Skype, medio día.

El 8,1 de los jóvenes presenta un alto grado de conductas de riesgo en el uso del teléfono móvil. Los problemas más comunes son la necesidad de su uso, la compulsión y la preocupación.El 4,1 por ciento desarrolla conductas de riesgo en el uso del chat. La mayor parte (un 3,2 por ciento) lo usa como evasión; el 0,7 por ciento, como pérdida de control; como problemas de inquietud.

El 51,3 por ciento de los jóvenes usan juegos basados en las tecnologías de la información. El 49,4 por ciento, juegos de ordenador; el 24,5 por ciento, Game Boy y PSP; las máquinas recreativas, el 4,3 por ciento; y el 3,9 por ciento, otros juegos tecnológicos. El uso por semana se emplaza en casi tres días en casi todos los aspectos. El uso problemático de las tecnologías del juego provoca en un 3,7 por ciento de los jóvenes conductas anómalas como la evasión, la pérdida de control, el síndrome de abstinencia, el abandono de actividades y la ocultación.

La frecuencia del uso diario de internet distinto del estudio es también preocupante. El 34,5 por ciento pasa más de una hora enganchado a la Red, aunque la mayoría lo hace menos de ese tiempo. El 4,5 por ciento presenta algún indicio de adicción a navegar por Internet.

Analfabetos digitales
Según explicó el delegado de Seguridad del Ayuntamiento de Madrid, Pedro Calvo, "actualmente, padecemos un problema los padres, y es que la generación de progenitores son, en muchos casos, analfabetos digitales, por lo que no conocen los registros de las herramientas que usan sus hijos ni cómo guiarlos". "Eso provoca dos tendencias o la prohibición o el desentendimiento absoluto. Por eso, debemos ayudar a tomar conciencia que estamos ante un verdadero problema", asegura.

La investigación marca una clara diferencia entre los individuos con problemas con las nuevas tecnologías y los que no los tienen. Los chicos con problemas tienen menos facilidad para hacer amigos y les apetece menos conocer gente. El 24,5 por ciento está descontento con su grupo de amigos pero no tiene interés en buscar otros mejores. Curiosamente, el perfil demuestra que los afectados están más a disgusto con sus familias, aunque les gustaría pasar más tiempo con ellas. Están más descontentos también con su aspecto físico y su trayectoria escolar es significativamente más deficiente. Además, multiplican en la mayoría de los casos sus problemas físicos de cabeza, espalda, articulaciones y vista cansada.

Uno de los datos más significativos es que la mitad (49,7 por ciento) de los adolescentes que tienen estos problemas consume sustancias tóxicas (incluido tabaco y alcohol), una cifra un 14,5 por ciento superior a los que no tienen estos problemas. Según Pedro Calvo, "no es que el abuso de las nuevas tecnologías cree una mayor predisposición al consumo, sino que esas mismas personas, al presentar problemas de diversa índole que les acercan al uso masivo de tecnologías, están más expuestos a consumir sustancias tóxicas".

Sin estudios clínicos
El estudio refleja que existe una clara escasez de estudios clínicos y de escalas para diagnosticar si este tipo de adicciones son un problema o no. Respecto a las características que pueden convertir a las nuevas tecnologías de la comunicación en un problema, se establece que Internet ofrece una serie de recompensas que la sitúan como herramienta "con potencial" adictivo; que la problemática de la Red surge cuando confluyen una serie de problemas internos de la persona (baja autoestima, soledad, baja estimulación social, etcétera); y que, por fases, las nuevas tecnologías provocan un uso abusivo en una primera fase, pero es la predisposición de cada persona la que puede favorecer la aparición de una patología. Los factores definitorios del uso patológico son: síntomas de abstinencia y tolerancia, cambios de humor, irritabilidad, ansiedad, pérdida de la noción del tiempo empleado, pérdida de control en el uso, sustitución del tiempo que antes se empleaba en otras actividades y síntomas físicos.

En el análisis del trabajo con grupos de jóvenes, de padres y de educadores, se desprende que ninguno de los tres grupos reconoce que, aunque pueden existir problemas de abuso, no existe adicción, sino que ven la situación como un uso normalizado y potenciado desde la sociedad. De esta manera, establecen una barrera a la detección y a la solución. Por partes, los jóvenes reconocen cierta dependencia, aunque sin asumir la adicción; desmienten que este uso masivo  disminuya su tiempo con los amigos. Los padres aseguran que el problema existe y que la situación irá a más en el futuro. Los padres de hijos menores de edad ejercen mayor control y perciben en mayor medida síntomas como abandono de actividades tradicionales, aislamiento, deterioro del lenguaje, agresividad al tener que interrumpir la actividad, nerviosismo al utilizar las nuevas tecnologías, disputas con otros miembros de la familia, entre otras. Los profesores consideran que la labor debe venir desde el hogar y ven claro que el abuso genera aislamiento, falta de atención y repercusión en el rendimiento escolar, entre muchas otras.

Esta investigación se ha llevado a cabo, explicó Calvo, por la creciente demanda de los padres que se acercan al Programa de Prevención de Adicciones (PAD) preocupados por el uso que sus hijos realizan de las nuevas tecnologías. El estudio ha permitido desarrollar test que pueden ser aplicados para casos sospechosos.

El coordinador general de Madrid Salud, José Manuel Torrecilla, asegura que este estudio pretende "ofrecer un tratamiento interdisciplinar para una patología que no está tipificada actualmente como problema". "Pretendemos así poner freno a una enfermedad subyacente que, si no se controla, puede aumentar de forma alarmante", concluye.
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