La irrupción de una tercera persona en las relaciones de pareja o, más en general, en las interrelaciones familiares es, posiblemente, el factor desencadenante mayoritario de rupturas del núcleo familiar. El Teatro Galileo acoge estos días un montaje que aborda este tema con idénticos tintes de humor como dramáticos. Se trata de ‘El ciclista utópico’, una obra de Alberto de Casso dirigida por Yayo Cáceres –autor también de la música y el espacio sonoro-, y protagonizada por Fran Perea y Fernando Soto.
Se trata de una tragicomedia en la que se narra una fábula más que verosímil. Manuel, un maestro rural de mediana edad encarnado por Fran Perea, vive en una verdadera Arcadia. Feliz con su trabajo, con su familia -mujer y tres hijas entre los 2 y los 16 años-. Todo es así hasta que un mal día, un despiste provoca el atropellamiento en un cruce de carreteras de un ciclista, Acebal, encarnado por Fernando Soto. Acebal es un hombre tosco, de claras inclinaciones franquistas y que se pasa la vida planeando disparatados inventos, casi surrealistas, así como persiguiendo a todo lo que tiene falda y poniendo remedio a sus ardores de macho ibérico con visitas frecuentes al club de carretera que hay en las afueras del pueblo…
Ese es el origen de una extraña e incómoda relación de compromiso entre Manuel y Acebal que el maestro trata de sacudirse cuanto antes de encima, pero que la soledad y la contumacia del ciclista y agricultor se lo ponen más difícil cada vez que lo planea. Y las cosas llegan a tal punto que es la propia mujer de Manuel quien lanza un ultimátum a su marido para que acabe con esa pseudoamistad de compromiso por una de las partes, y que ya pasa del grado de tóxica entre los dos vecinos del pueblo.
Con un lenguaje asequible y popular Alberto de Casso -autor madrileño-, plantea divertidísimas situaciones que paulatinamente van enmarañando la relación de ambos personajes hasta hacerla desembocar en una inesperada y radical ruptura que hace trasformar la propuesta en una verdadera tragedia. Yayo Cáceres dirige el montaje pronunciando al máximo las facultades de los dos intérpretes y planteando sus personalidades antagónicas en una relación que ya se atisba como imposible desde el principio.
El carácter metateatral de la pieza obliga a uno de los personajes, Manuel, a ejercer el doble papel de narrador y protagonista, mientras que el otro, Acebal, se enfunda el carácter de cazurro, obsesivo y oligofrénico, planteando una divertidísima y controvertida relación entre ambos. Fran Perea y Fernando Soto salen más que airosos de la situación y hacen que el público se instale permanentemente entre la sonrisa y la carcajada durante 65 minutos de función. En los últimos, sin embargo, esa sonrisa se transforma en una mueca amarga que confirma aquello que dijo el famoso torero: lo que no puede ser no puede ser y, además, es imposible o, lo que es lo mismo: “¿quién atropelló a quién?”, como acaba proclamando Manuel.
Estupenda la actuación de los dos protagonistas de la tragicomedia que Yayo Cáceres ha sabido conducir, como no podía esperarse de otro modo, con mano experta y eficaz. Sus andanzas se desarrollan en un espacio diseñado por Carolina González, con una bicicleta mal parada tras el accidente, además de una gran pantalla formada por varias grandes planchas de metacrilato que sirve para marcar los espacios diferentes por donde discurre la acción, además de ser metáfora de la distancia infranqueable de sensibilidades y personalidad existente entre Manuel y Acebal. Completan el equipo artístico Miguel Ángel Camacho en el diseño de iluminación y Tatiana de Sarabia en el de vestuario.
Una propuesta interesante y muy divertida en la que los dos actores en escena tienen la oportunidad de lucir sus cualidades actorales que rápidamente generan la conexión con el público.
‘El ciclista utópico’
Dramaturgia: Alberto de Casso
Dirección: Yayo Cáceres
Reparto: Fran Perea y Fernando Soto
Espacio escénico: Carolina González
Iluminación: Miguel Ángel Camacho
Vestuario: Tatiana de Sarabia
Música y espacio sonoro: Yayo Cáceres
Comunicación y distribución: Marea GlobalCOM
Producción: Feelgood teatro
Colaboración: Teatro Calderón de Valladolid, Emilia Yagüe Producciones y Comunidad de Madrid
Teatro Galileo, Madrid
Hasta el 2 de mayo de 2021