El estrecho rango en que ayer se estuvieron moviendo los rendimientos de los bonos estadounidenses y europeos es una señal de que los inversores están a la espera de que se publiquen más datos sobre el estado de sus economías.
En Europa, la negociación era relativamente moderada en comparación con el lunes, cuando los rendimientos de los bonos alemanes subieron hasta 5 puntos básicos, mientras la atención se centra en la reunión que mañana celebrará el BCE.
No se espera que esta reunión traiga grandes novedades y se confirme la actual política monetaria. Desde la institución se ha venido reiterando que todas las opciones de política monetaria siguen estando sobre la mesa y que está preparada para ajustar todos sus instrumentos de política monetaria si fuese necesario. No obstante, con la decisión tomada en marzo de aumentar significativamente las compras temporales de bonos en el marco del Programa de Compras de Emergencia por Pandemia (PEPP), se ha dado un respiro antes de volver a decidir en junio si se mantiene o no el mayor ritmo de compras de bonos.
Por otro lado, es posible que los riesgos para la economía se evalúen de forma más positiva sin dejar de apuntar que la incertidumbre sobre el curso de la pandemia sigue siendo elevada. Se buscará cualquier señal o indicio de acercamiento al momento en que el BCE comience a recortar sus medidas de apoyo, algo que la semana pasada puso sobre la mesa el gobernador del Banco de Francia, al señalar que el PEPP podría abandonarse en menos de un año, en marzo de 2022.
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