El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha arropado a su candidato a la presidencia de Madrid el 4-M, Ángel Gabilondo, en un acto al que también ha acudido el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, quien ha recibido amenazas de muerte junto con Pablo Iglesias y la directora de la Guardia Civil, María Gámez.
El presidente ha llamado a "los demócratas" a las urnas el próximo 4-M para "parar" a Vox, un partido que según ha calificado Sánchez, "ha cruzado una línea roja" que supone una "amenaza para la democracia" y para la "convivencia".
"La última línea" que Vox cruzará
Pedro Sánchez se ha mostrado muy crítico con la formación de Santiago Abascal y ha tachado de "muy grave" lo que ocurrió el viernes. Ha lamentado la postura de Vox y las ideas que difunden sobre que ambos "conspiraron" para enviarse amenazas de muertes a sí mismos.
Ha subrayado que la postura de Vox no es un partido cualquiera y que "sostienen" a varios gobiernos del PP en algunas comunidades, "la primera en la Comunidad de Madrid", ha criticado, donde "se da la particularidad" de que los populares "quieren formar Gobierno con Vox", ha puntualizado el presidente.
Ha culpado de los hechos al discurso del odio sembrado por Vox y ha asegurado que la "línea roja" que el viernes cruzó la formación de ultraderecha (al negarse a condenar la violencia y acusar a las víctimas de inventarse todo) "será la última que cruce". Ha destacado que hemos acabado por aceptar a la ultraderecha como "algo normal" y que eso es algo muy "doloroso". Por ello, ha hecho un llamamiento a todos los demócratas para frenar a la ultraderecha en las urnas el próximo 4 de mayo.
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