Pablo Casado sonríe. Era su apuesta para Madrid en 2019 cuando nadie la conocía. De hecho no era una cara conocida. Pero ahora muchos creen que su sonrisa se combina con algún temor interno: ¿intentará Ayuso discutir su liderazgo nacional de cara a 2023?
¿Cuál es el techo de Ayuso? Es la pregunta que muchos se hacen tras una gran y arrolladora victoria en Madrid que la sitúa como el nombre más valorado en el PP junto a Alberto Núñez Feijóo. Incluso se les percibe como los únicos capaces de superar a Pedro Sánchez en las próximas generales y aglutinar el voto de centro-derecha y la derecha tradicional.
Ciudadanos ya está enterrado y su muerte es cuestión de uno o 2 años, a lo sumo. Vox se ha estancado con estas elecciones autonómicas y saben los de Santiago Abascal que con una Ayuso derechizada al máximo su espacio está más reducido.
Desde hace meses que el fantasma de una posible Ayuso discutiendo el liderazgo de Casado es algo más que un rumor o una especulación en Génova. La realidad es que su presidente, desde que llegase en 2018 al cargo, no ha ganado nada directamente, y ha tenido los peores resultados en el Congreso para el PP.
No es sólo eso. También está Cataluña, con el PP casi desaparecido, pero otros citan ejemplos de remontada, como lo fue en su día que Juanma Moreno llegase a la presidencia de Andalucía, cambiando por primera vez el color del sempiterno feudo socialista.
La reconquista de Casado
Sin duda que el giro de guión de última hora en Murcia también fue un punto anotado para Casado y su mano derecha, Teodoro García Egea. Ambos respiraron, y desde entonces comenzó la reconquista del centro-derecha, con una misión clara: opa hostil a Ciudadanos para recuperar votos y la hegemonía de la derecha. En Vox saben que los siguientes serán ellos, aunque el discurso de momento sea cauto en Génova 13.
Ayuso accedió a la presidencia en 2019 cuando se esperaba una debacle del PP, que en realidad no ganó esas elecciones, pero en estos 2 años se ha ganado a los ciudadanos madrileños y su toque personal en la gestión de la pandemia, donde no hay posiciones intermedias, o se la suspende con contundencia o se la aprueba con sobresaliente, le ha hecho valer este triunfo arrollador.
Ella abrazó a Casado y se negará a tocar este tema. Javier Maroto, uno de los dirigentes del PP, ya se ha encargado en una entrevista en la SER esta mañana de desmentir cualquier movimiento en este sentido. Pero el discurso suena a miedo. A querer reforzar a Casado para evitar que le supere su amiga, que hace 2 años no era conocida ni en un plató de televisión.
Ahora Ayuso es la pop star de la derecha y el ultra Salvini la aplaude desde Italia como la gran salvadora de la Libertad. Tiene camisetas con su cara y una legión de fans. Todo lo que no tiene Casado.
Si (
No(
A favor (
En contra (
