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Acusa a Camps de utilizarla como "propaganda"

El PSPV denuncia que la sanidad pública "no crece al mismo ritmo que las necesidades de la Comunitat"

martes 02 de enero de 2007, 17:46h
La portavoz de Sanidad y Consumo del grupo parlamentario socialista en las Corts Valencianes y secretaria de este área del PSPV-PSOE, Encarna Llinares, denunció este martes que la sanidad pública "no crece al mismo ritmo que las necesidades de la Comunitat" y calificó el año 2006 como el de "las mentiras" en la gestión "ya que el afán del Consell por publicitar sus buenas intenciones no es más que un intento de camuflaje del cúmulo de despropósitos del PP".
Para la diputada socialista, la sanidad "es una de las áreas más perjudicadas por la gestión del Consell de Francisco Camps" pese a ser "un servicio de primer orden" que el presidente de la Generalitat "no garantiza a todos los ciudadanos y ciudadanas de la Comunitat".

Así, Llinares calificó de "indecente" que Camps "utilice la salud de las personas como arma de propaganda electoral"  ya que, "las campañas publicitarias en las que el Consell ha gastado 2,5 millones de euros, sólo maquillan el incumplimiento de sus compromisos electorales, el despilfarro del dinero público y la privatizadora e incompetente gestión llevada a cabo".

Según la responsable socialista, "la situación se ha visto agravada durante este último año, en el que, a la falta de iniciativa política sanitaria de Camps, se ha unido el enfrentamiento público" entre el actual conseller de Sanidad, Rafael Blasco, y su predecesor en el cargo, Vicente Rambla.

La diputada socialista aseguró que en este área hay "alteraciones en la equidad, desmoralización de los profesionales por la alta presión asistencial y precariedad laboral" además de "incumplimientos escandalosos" como "el de aumentar el número de profesionales para que ningún médico tuviera asignadas más de 1.500 personas". Según dijo, "la realidad es que muchos médicos siguen teniendo en 2006 hasta 2.000 pacientes; lo que disminuye el tiempo de atención a una media de tres minutos por consulta cuando lo recomendable es emplear diez minutos en cada paciente".

Igualmente, Llinares se lamentó de que Camps "ha conseguido con su pasividad que haya demoras de hasta una semana para acudir al médico de cabecera". En su opinión, otro "punto negro" de la sanidad pública valenciana es el de la gestión "ya que el presupuesto de 2007 está hipotecado en tanto que la suma de las facturas en el cajón y el compromiso de gasto para ejercicios futuros cubren la totalidad del presupuesto y no permitirán hacer nada nuevo, sólo afrontar lo antiguo".

A este respecto, la secretaria de Sanidad del PSPV-PSOE destacó la deuda correspondiente a las "facturas en los cajones" que, según Llinares, "sólo se ha reducido en 110 millones de euros, a pesar de que el gobierno central destinó 131 millones de euros en 2005 para saldar dichos pagos", por lo que se preguntó "a qué dedicó Camps el resto del dinero".

Para la responsable socialista, "el gran endeudamiento de la conselleria impide planificar una política sanitaria en la que la construcción de los nuevos centros de salud prometidos por Camps sea viable" y afirmó que esta situación "nos hace arrastrar la construcción de centros de salud y hospitales, presupuestados una y otra vez desde hace 11 años y jamás ejecutados".

"No es de extrañar que Camps nos haya convertido en la última comunidad de España en el ratio de camas por cada mil habitantes. Ni tampoco asombra que en 2005 hubiera 9.147 camas, sólo 53 más que en 1995, a pesar del crecimiento poblacional que ha experimentado nuestra Comunitat", dijo.

Privatización

Por lo que respecta a las acciones de Camps, Llinares consideró que su "verdadera prioridad ha sido la privatización de la salud de los valencianos y valencianas, hecho que ya comenzó con la era Zaplana, con las adjudicaciones del Hospital de La Ribera y del de Torrevieja y que Camps ha superado con la adjudicación de tres departamentos sanitarios en Denia, Manises y Elx-Crevillent".

Además, la secretaria de Sanidad del PSPV-PSOE subrayó que los ciudadanos y profesionales sanitarios "tendrán que pagar el aparcamiento en los hospitales de la Vila Joiosa, Alcoi, el Arnau de Vilanova, el General de Castellón, el General de Alicante y el Doctor Peset".

De la misma forma, destacó "la cesión de las resonancias magnéticas en los hospitales a empresas privadas mediante un concurso escandalosamente millonario, que ha provocado sobrecostes de más de 56 millones de euros; o las densitometrías, donde con el pago del concierto de 1,4 millones de euros se podrían haber comprado veinte densitómetros".

Por otra parte, la responsable socialista afirmó que la Comunitat "encabeza la lista de morosos en los pagos a los proveedores sanitarios, con una deuda de 92 millones de euros, fruto de una mala planificación de gastos que ha supuesto, además, un coste de 1,4 millones de euros en intereses de demora y que, curiosamente, no aparece reflejado en los presupuestos".

Respecto a los planes de Sanidad, Llinares aseguró que 'Construyendo Salud' "se lleva el premio gordo al plan más demagógico y escandaloso". Asimismo, criticó las listas de espera y el "incumplimiento" del Plan de Humanización.

La responsable socialista también denunció "el boicot permanente a las acciones del Gobierno central para tapar las inversiones que José Luis Rodríguez Zapatero ha realizado en la Sanidad de la Comunitat (96 millones de euros para atención a extranjeros, 16 millones en telemedicina o 12 millones en investigación)".

En su opinión, "el PP está demostrando su talante destructor y partidista" y añadió que todos los indicadores sanitarios "ponen de manifiesto el agotamiento del proyecto Camps y las graves deficiencias en la gestión sanitaria de una conselleria en constante 'provisionalidad'".

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