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Las 20 mejores películas de los 80 (del 20 al 11)
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Las 20 mejores películas de los 80 (del 20 al 11)

jueves 20 de mayo de 2021, 12:09h

Tras repasar las décadas de los 50, los 60 y los 70, llega el turno de echar una ojeada a una de las décadas que más nostalgia levantan actualmente. Unos años en los que Hollywood enterró el cine social que caracterizó a los 70 y se dio un atracón de cine infantil y adolescente. Aun así, también hubo quien se supo adaptar a los nuevos tiempos, como Martin Scorsese, haciendo las películas que él quería, aunque fuera con menos presupuesto. Eso sí, la década estuvo marcada, para lo bueno y lo malo, por Steven Spielberg y George Lucas, los verdaderos reyes de la década y los responsables de toda la mercadotecnia que rodea a las películas. También fueron los años en los que el cine independiente fue el caldero del que salieron algunos de los directores nuevos más interesantes, mientras que grandes clásicos como Kurosawa, Bergman o Kubrick entregaban sus últimas obras maestras. Estas son nuestras 20 películas favoritas de los años 80 (Vea aquí del 10 al 1):

20. Amanece, que no es poco (1989) José Luis Cuerda



Puede que no sea la mejor película española de la historia pero sí la más divertida. Y eso ya es algo si tenemos en cuenta que la comedia es el género predilecto del cine español y nuestro director más representativo es un genio de la misma como Luis García Berlanga. José Luis Cuerda crea el pueblecito más personal y surrealista de la historia, un microcosmos de la sociedad española donde conviven las fuerzas del orden, el alcalde, el cura y la guardia civil, con la puta, el intelectual, el borracho o el que quiere cambiar de papel. Una película necesaria y contingente en la que los sudamericanos unos días montan en bicicleta y otros huelen bien, se venera a Faulkner (pronunciado Fulkner) por encima de todas las cosa y crecen hombres en el bancal.

19. El año que vivimos peligrosamente (1982) Peter Weir



Un melodrama romántico con sabor clásico con el que el australiano Peter Weir demostraba estar en magnífica forma, sacando partido a los momentos más íntimos pero también a los más épicos. Mel Gibson y Sigourney Weaver están perfectos y exudan química, pero es Linda Hunt, interpretando a un hombre, la que roba todos los planos de esta magnífica película.

18. La ley de la calle (1983) Francis Ford Coppola



Coppola se hace indie y entrega su película más personal y onírica. Un maravilloso ejercicio de estilo totalmente cautivador. Con una espléndida fotografía en blanco y negro, a cargo de Stephen H. Burum, con la que el director de 'El Padrino' entrega su particular versión lisérgica de 'Rebelde sin causa' y da alas a unos actores que resultan magnéticos, principalmente esos hermanos encarnados por Matt Dillon y Mickey Rourke, como el fascinante 'chico de la motocicleta'. Una película fascinante que fue uno de los últimos ramalazos de genio de su autor.

17. Aterriza como puedas (1980) Jim Abrahams, David Zucker, Jerry Zucker



Estoy seguro de que el Doctor Rumack no dudaría en recetar esta película contra la depresión. Abrams, Zucker y Abrams lanzan los 88 minutos más desternillantes de la década metiendo un (brillante) gag por minuto. Es una película anárquica y alocada en la que todas las piezas parecen encajar y en la que en cada nuevo visionado encuentras una nuva broma que se te había pasado porque te habías estado riendo con la anterior. Es más, es una de las pocas películas en las que te puedes reír dos veces viéndola en la versión doblada y en la original, porque, ¿cómo demonios se traduce al español ese maravilloso diálogo en el que Rumack (el gran Leslie Nielsen) le dice a Striker "Can you flight this plane? ("¿Puede pilotar este avión?") y este le responde "Surely, you're not serious" ("Seguramente no lo está diciendo en serio"), a lo que el doctor remata con una de las frases más icónicas del Séptimo Arte: "I'm serious. And don't call me Shirley" ("Estoy siendo totalmente serio, pero no me llame Shirley")...

16. El decálogo (Miniserie de TV) (1988) Krzysztof Kieślowski



Se estrenó como una serie de televisión pero esto es en realidad diez películas de cine puro, entendido como un arte serio, en el que que se va mucho más allá de divagaciones filosóficas, ya que cada uno de ellos está lleno de historias personales que nos atrapan. Krzysztof Kieślowski coge como hilo conductor a los vecinos de un complejo residencial en la Polonia de los últimos años del comunismo, cuyas vidas están ligeramente entrelazadas, aunque cada episodio se puede disfrutar por separado, algo parecido a lo que ha hecho últimamente Steve McQueen con la notable 'Small Axe'.

15. Amadeus (1984) Milos Forman



La gran película que Milos Forman y Peter Shaffer dedicaron a Wolfgang Amadeus Mozart, basándose en una obra del segundo. El director checo se permitió la libertad que la mayoría de los biopics no se permiten, jugar a su manera sobre lo que pasó y no pasó, y poner en primer plano la música. Lo que 'Amadeus' nos propone es tan fascinante como poco probable desde un punto de vista biográfico. ¿Qué sucedería si el mayor genio musical de la historia fuera un hombre vulgar y corriente sin ninguna otra cosa destacable que su prodigioso don? Tom Hulce está irresistible como Mozart pero son Murray Abraham y su Salieri quienes le roban la función. Un hombre cultivado y piadoso, capaz de entender que, por mucho que lo intente, nunca podrá componer algo que se acerque mínimamente a las gloriosas composiciones del austriaco. Celos, indignación y regalos divinos se confunden en una película que debería servir como modelo para aquellos que se conforman con sacar postales de una vida y hacérnoslas pasar por el 'retrato definitivo' de tal o cuál estrella.

14. Fanny y Alexander (1982) Ingmar Bergman



Ingmar Bergman hace una recapitulación de su obra y de su vida con 'Fanny y Alexander', un proyecto que comenzó como una película para televisión, dividido en cuatro partes, con una duración de 312 minutos, pero que también se editó en una versión de 188 minutos para su proyección en salas. Es una película compleja pero también accesible, realista a la vez que onírica y en la que lo ligero se combina con lo profundo. Una obra fundamental en la carrera de uno de los mayores genios del cine.

13. Excalibur (1981) John Boorman



John Boorman entrega la mejor adaptación posible de la leyenda artúrica en un trabajo que es, visualmente, una absoluta maravilla. La manera en la que el director de 'Deliverance' combina imágenes con música, especialmente el 'Carmina Burana' de Carl Orff debería estudiarse en las escuelas de cine cuando alguien quiera un resultado épico. Una visión muy personal y estilizada del mito que alcanza turbadores momentos de éxtasis.

12. Hannah y sus hermanas (1986) Woody Allen



La película más cálida y tierna de la filmografía de Woody Allen. El neoyorquino mira con simpatía, pero sin disimular sus muchos defectos, a todos los personajes de esta película, principalmente las hermanas del título, pero también sus disfuncionales parejas, como el propio Allen o un Michael Caine absolutamente fantástico.

11. Haz lo que debas (1989) Spike Lee



Lo bueno del verano es que hace calor, lo malo del verano es que hace demasiado calor. Y con demasiado calor la tensión se puede hacer intolerable. Muchas son las películas que han ambientado sus ollas a presión a punto de estallar en los más calurosos días de verano. Ninguna de una manera tan original y eficaz como Spike Lee en esta obra maestra. Una película en la que, como anuncian machaconamente los Public Enemy en el radiocassette de Radio Raheem, los disturbios raciales explotan mientras las alargadas sombras de Martin Luther King y Malcolm X se dan la mano. Puede que sea una de las películas más importantes y proféticas de todos los tiempos, quien quiera entender de donde surge algo como el Black Lives Matters, haría bien en volver a ver esta película que podría haber sido rodada ayer mismo.

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