Los grandes errores de Zidane que nunca reconocerá

Ya se ha ido Zidane y también ha escrito una explosiva carta de despedida a la afición en la que se va señalando a los responsables de su marcha: Florentino Pérez y la cúpula del club.

Pero el francés es va sin hacer la más mínima autocrítica tras un año en blanco y otros errores que nunca reconocerá. Pero el club no se los perdona. Repasemos algunos de ellos:

Marcos Llorente

El chaval es nieto de Ramón Grosso e hijo de Paco Llorente, 2 madridistas a los que la afición recuerda con cariño. Marcos pasó también por el club, concretamente por la cantera, pero sin embargo Zidane nunca apostó por él. Cuando subió al primer equipo apenas confió en su potencial y terminó saliendo por la puerta de atrás al Atlético, el eterno rival de la capital.

Ahora es un internacional absoluto de España, uno de los mejores centrocampistas del mundo en su puesto, una locura de potencial físico que disfruta por 40 millones el conjunto rojiblanco y que pudo ser blanco de por vida a coste cero. Una salida cuyo único responsable fue Zidane, ya que tanto Lopetegui como Solari contaron con él y fue uno de los más destacados en esa aciaga temporada 2018-2019. Dicen las malas lenguas que Zidane no le perdonó cuestiones personales del pasado entre ambos, un pecado aún más caro que pagar al no estar por encima de las circunstancias.

Españoles fuera

A Zidane, como francés y no español, nunca le ha importado la 'españolidad' del equipo, un concepto del que a veces también receló Florentino y que muchos estamentos del madridismo le hicieron ver que era esencial para la estabilidad del club a largo plazo. Por eso apostó progresivamente por los fichajes de Isco, Asensio y compañía, pero Zidane se ha encargado poco a poco de derribar ese aspecto.

A día de hoy sólo Sergio Ramos y Carvajal eran nacionales en su once tipo y titular, por mucho que las lesiones y las innumerables bajas obligaron al entrenador galo echar mano de Lucas Vázquez y Nacho para salvar la temporada. Pocos nacionales más en la plantilla, repleta de franceses, belgas y brasileños.

La consecuencia está clara: por primera vez la Selección española acude sin madridistas a un torneo internacional como la Eurocopa. Bueno, salvo por los Marcos y Diego Llorente, Hermoso, Morata y Sarabia, todos ex canteranos.

Odegaard y los intocables

Tanto el noruego Martin Odegaard como antes lo hizo Diego Ceballos, se fueron huyendo de Zidane, que sólo quiere al trío Casemiro, Modric y Kroos como titulares en el centro del campo. Si acaso tienen plaza Valverde o Isco, pero nunca apostó verdaderamente por el noruego. Supuestamente, el trío titular le exigió continuidad y cero rotaciones. ZZ accedió a sus deseos.

En el club no le perdonan la indefendible cesión de Odegaard en pleno mercado de invierno cuando hacía falta todo potencial en la plantilla. El noruego lo pidió porque vio que apenas jugaría y quería llegar a tope a la Eurocopa. Al final, el equipo acabó la temporada sin apenas efectivos sanos y el noruego hubiera supuesto savia nueva y energía para el equipo. Brilló en el Arsenal y ahora medita si volver o no a casa.

Los laterales Reguilón, Achraf y Theo

Zidane pondría excusas, e incluso ya las ha dado, indirectamente. Pero la realidad es que nunca confió en los jóvenes Reguilón y Achraf porque quería a Carvajal, Marcelo y Mendy para esos puestos. Tanto el español como el marroquí han triunfado en Tottenham e Inter de Milán, respectivamente, y ahora están muy cotizados. Theo Fernández tampoco contó con la confianza de Zidane y ahora es el lateral izquierdo de moda en el AC Milan. Se cree que el PSG hara un fuerte desembolso este verano por Achraf y Theo. Otro mazazo para el Madrid y ahora otros clubes se enriquecen con sus traspasos y se beneficiarán de sus aportaciones.

Hazard y otras peticiones expresas

Tampoco se le perdonan a Zidane las presiones para fichar a Eden Hazard en el verano de 2019 cuando en un año quedaba libre. El club tuvo que gastarse 100 millones porque era el jugador que quería el entrenador, pero ha sido todo un fiasco no ya sólo por la mala suerte con las lesiones, sino porque no parece un jugador con la casta que exige el Madrid. Su carácter choca con el gen ganador del club y se teme que se haya malgastado ese dinero en un futbolista irrecuperable y ya de 30 años.

Luka Jovic fue un misterio. Llegó ese mismo verano con Hazard por unos 60 millones tras una gran temporada en Alemania, algunos dicen que por petición de Zidane, otros por la dirección deportiva del club. La cosa es que entre unos y otros nadie se responsabiliza del enésimo fiasco entre la historia de los fichajes. Nadie supo detectar a un futbolista problemático, sin carácter ni casta, como Hazard, para jugar en este equipo centenario. Acabó cedido en el Eintracht cuando en Madrid sólo Mariano podía suplir a Benzema.

Ferland Mendy llegó ese mismo verano por expreso deseo de Zizou y aunque su rendimiento ha sido aceptable, muchos dudan de que tenga la calidad suficiente como para justificar su alto precio, unos 45 millones, y para ser titular en este equipo. Mientras, el club dejó salir a Reguilón y Theo, cuando ahora son titulares en sus equipos y dan un nivel altísimo.

Bajo rendimiento, pero fijos

Zidane apostó durante estos años por jugadores que todos veían sentados en el banquillo, pero el técnico francés les dio créditos extra que terminaban con la paciencia de directiva y afición. Asensio, Isco o Marcelo son claros ejemlos de cómo continuamente tenían minutos, cuando no daban el nivel ni el rendimiento adecuado. Mientras tanto, estaban cedidos fuera jugadores como Ceballos, Reguilón, Mayoral, Brahim... o apenas jugaban Vinicius y Rodrygo, las jóvenes promesas brasileñas.

Militao fue otro claro ejemplo de falta de confianza. El defensa más caro jamás fichado por el club, costando 50 millones de traspaso desde el Oporto, fue una apuesta de la secretaría técnica del club y Zidane se lo encontró tras su regreso en 2019. Siempre dio prioridad a la dupla Ramos-Varane, y la falta de rotaciones terminó con la confianza en sí mismo de Militao, que acusó tanta suplencia y falta de minutos. La necesidad hizo que fuera titular en el tramo final de esta temporada, y ha demostrado claramente por qué costó ese dinero.

Lunin, otro olvidado. El portero ucraniano llegó como gran promesa para el arco y apenas tiene confianza para rotar en la portería. Sólo ha podido jugar un partido esta temporada, el de Copa del Rey ante el Alcoyano, que acabó en eliminación.

Y es que ésa es otra: con Zidane apenas se ha sido competitivo en un torneo tradicional y que gusta en el club: la Copa. Nunca la ha ganado ni ha llegado a una final.