El líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, ha salido de España esta madrugada del miércoles tras mejorar su estado de salud y esquivar las querellas en los tribunales.
Ayer, el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz rechazaba decretar la prisión provisional ni otro tipo de medidas cautelares, después de que el saharaui declarase por videoconferencia desde el hospital San Pedro de Logroño.
Lo hacía por las querellas presentadas contra él como causas pendientes en nuestro país por varios delitos: lesa humanidad, genocidio, torturas...
El magistrado acordaba que Ghali, de 71 años, aportase un domicilio y teléfono en España a fin de estar localizado. Pero esta misma madrugada se ha marchado para evitar más problemas, y quizás presionado por España para cerrar cuanto antes la crisis con Marruecos.
El juez señalaba en su auto que “no puede apreciarse riesgo de fuga alguno. No consta dato alguno para apreciar que el investigado pueda o quiera sustraerse a la acción de la justicia, máxime a la vista de que en cuanto ha tenido conocimiento de los hechos investigados se ha personado en la causa y ha accedido a la práctica de su declaración, incluso a la vista del estado de salud en el que se encuentra que bien le hubiera permitido a su defensa solicitar posponer la declaración”.
Además, recuerda que Ghali no puede ocultar, alterar o destruir fuentes de prueba relevantes para el enjuiciamiento. Apenas unas horas después, cogía un avión desde Pamplona hasta Argel, capital de Argelia.
Horas antes se había fletado un avión por parte de Argelia hasta Logroño, pero nuestro país explicó que no era un aeropuerto preparado para esta operación. Al final el avión despegó desde Pamplona.
España ha informado a Marruecos de la salida de Ghali de nuestro territorio, con destino a Argelia, país que alberga campamentos de saharauis, como Tinduf, sede por cierto del Frente Polisario.
El Gobierno quiere dar por cerrada la crisis y sigue argumentando que acogió al líder Polisario por cuestiones humanitarias.
La postura de Ghali
Por lo que se ha sabido, Ghali negó ante el juez las acusaciones de torturas y genocidio de las 2 asociaciones que le demandaron. En concreto se le acusa de delitos de lesa humanidad, genocidio y torturas, entre otros.
El abogado de Ghali, Manuel Ollé, en atención a los medios, aseguraba que su cliente había colaborado con la Justicia haciendo un gran esfuerzo por su salud, y que "vino a España más muerto que vivo". También negó las acusaciones y considera que l motivo de las querellas "es absolutamente político.
El líder Polisario llevaba ingresado más de un mes en nuestro país tras entrar desde Argelia para ser tratado de covid-19. El Gobierno defiende que lo hizo con pasaporte argelino vigente, no con documentación falsa, como argumenta Marruecos.
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