La ministra de Asuntos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, aspira este domingo a ser nombrada la nueva secretaria general de Podemos tras la 4ª Asamblea del partido, que se celebra en Alcorcón.
Belarra intenta ser la sucesora y continuista de la línea marcada por Pablo Iglesias. Es, sin duda, un paso histórico de la formación morada que muchos ven como el paso previo a su desaparición de la primera línea de la política tras los continuos batacazos electorales, aún en la etapa de su líder y fundador.
La aspirante es la gran favorita porque apenas tiene oposición interna, cuenta con el apoyo externo de Iglesias, que no asistirá, ya que fue contundente a la hora de desmarcarse del presente y futuro de Podemos.
Pero la ausencia más sonada será la de Yolanda Díaz. La vicepresidenta tercera y ministra de Trabajo fue la que Iglesias señaló a dedo como su sucesora a nivel institucional, como representante de los intereses de la coalición Unidas Podemos dentro del Gobierno. Además, dijo que sería la mejor candidata a primera presidenta del país.
El futuro de Podemos y sus alianzas
Pasan los meses y Díaz no ha dicho nada al respecto, evitando esta nominación. Se desmarca ahora también de la Asamblea de Podemos y muchos lo interpretan como que espera su momento para tomar una decisión definitiva.
Dicen los rumores que la izquierda está intentando un movimiento de reunión tras la separación entre 'pablistas' y 'errejonistas', tras la Asamblea 2 de Podeoms, en la que Íñigo Errejón comenzó a romper con su partido para fundar después Más Madrid y Más País.
Ese movimiento de reunión intentaría convencer a Podemos de que abandone su situación de hegemonía, que le permite controlar a IU como socio minoritario, y reunir en igualdad de condiciones a formaciones como Más País (Íñigo Errejón-Manuela Carmena), En Comú (Ada Colau), Compromís (Joan Baldoví-Mónica Oltra) y Adelante Andalucía (Teresa Rodríguez-Kichi).
Estos partidos son importantes en el Senado, donde desapareció Unidas Podemos tras las elecciones de 2019, y quieren presionar a la coalición morada-comunista tras lograr sólo 35 escaños en el Congreso y su batacazo en Madrid, muy a la sombra de Más Madrid.
Podemos también desapareció de parlamentos como el castellano-manchego o el gallego. En Castilla y León se qudaron con uno.