La derecha conservadora salió ligeramente ganadora de la primera vuelta de las elecciones en 17 regiones francesas de este domingo, aunque la izquierda resistió su empuje y la ultraderecha de Marine Le Pen vio recortadas sus expectativas a un 19% del voto nacional.
La izquierda se impuso en 5 regiones, el centro-derecha en 8 y la ultraderecha de Marine Le Pen en una, en la Provenza-Alpes-Costa Azul.
En Córcega y la Guayana Francesa han ganado formaciones nacionalistas-regionalistas.
La Isla de Francia, región en la que está situada París, seguirá en manos de la derecha con Valérie Pécresse, del partido Los Republicanos.
La formación del presidente del país, Emmanuel Macron, La República en Marcha, apenas ha conseguido unos discretos resultados al tener poca implementación regional.
En todo caso, la protagonista ha sido la abstención, enorme, cercana al 70%. La razón es el hastío de la población con la clase política y también que las regionales tienen poco tirón ante un país excesivamente centralista.
En la segunda vuelta pueden participar todos los partidos que hayan superado el 10% de los votos en la primera, y consigue el control absoluto de la región el partido más votado, sin ser precisa la mayoría absoluta.
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