La nueva
ley impulsada por Viktor Orbán, primer ministro de Hungría, que prohibe hablar de la homosexualidad en los colegios y en los medios, ha generado un gran rechazo en el resto de países de la Unión Europea y
uno de los líderes le ha 'invitado' a abandonar los 27.
La polémica ley anti LGTBI ha copado gran parte de la cumbre europea y los líderes europeos han marcado un frente común hacia Orbán y su ley homófoba. Pero, sin duda, el líder que ha dado un paso más ha sido el primer ministro neerlandés, Mark Rutte, quien directamente ha 'invitado' a Hungría a abandonar la Unión Europea apelando al artículo 50, el que esgrimió Reino Unido para llevar a cabo el Brexit.
"Hungría ya no tiene cabida en la UE"
Rutte ha sido el más directo y ha señalado que Hungría "ya no tiene cabida en la UE" y ha instado al Ejecutivo húngaro a "derogar" la controvertida ley y a respetar los derechos fundamentales recogidos en el tratado de la UE ya que "no son negociables", ha remarcado.
La Unión Europea sí contempla que un estado abandone la UE, como ya ocurrió con Reino Unido tras aprobar su Brexit, pero la expulsión directa no está contemplada. El castigo más 'severo' es retirar a un país el derecho al voto en el Consejo, pero para ello se tiene que aprobar por unanimidad, un mecanismo complejo ya que hay países que se 'protegen' entre ellos y no actúan en contra.
Fuerte debate sobre una sanción por atentar contra los valores europeos
17 países europeos han firmado y enviado una carta (impulsada por España) mostrando su amplio rechazo a la ley húngura que impide hablar con libertad de la homosexualidad. Una misiva en la que abogan por seguir luchando contra la discriminación hacia el colectivo LGTBI y apostando por la defensa de sus derechos.
La legislación húngara ha abierto un debate sin precedentes en la UE, pues ante tal normativa, que va contra los valores de la Unión, están estudiando si caben posibles sanciones a Hungría.
Alexander Croo, primer ministro de Bélgica, ha señalado al líder húngaro que no puede usar a los 27 como "un supermercado" en el que se puede coger sólo lo que a uno le apetece y le ha puntualizado que la UE "no es un cajero".
El tono general ha sido de rechazo a la nueva ley húngara por homófoba, pero las críticas no han hecho demasiado efecto en Orbán, que ha asegurado "defender" los derechos de los homosexuales. El mandatario húnharo ha justificado y defendido la polémica ley señalando que no es contra los homosexuales, sino que "es una defensa de los derechos de los niños y los padres", ha esgrimido ante sus compañeros europeos.
Polonia o Eslovenia, como de costumbre, han salido a defender a su socio europeo alegando la "defensa" o "protección" de los menores con la citada ley. Pero tal y como han reflejado el resto de líderes, la normativa húngara atenta en varios puntos contra las directrices europeas e instan a Orbán a reflexionar si quiere tener cabida en la UE del siglo XXI.
Si (
No(
