Los Juegos Olímpicos de Tokio, que tuvieron que ser aplazados en 2020 debido a la pandemia de coronavirus, comienzan en pocas semanas y durarán hasta el 12 de agosto. El fantasma del coronavirus ha vuelto (aunque nunca se fue del todo) y Japón ha vuelto al estado de emergencia.
Yoshihide Suga, el primer ministro nipón, ha anunciado que desde el próximo día 12 de julio y hasta finales de agosto el país estará, de nuevo, en estado de emergencia debido al aumento de casos de coronavirus.
La decisión del Gobierno nipón se ha producido tras una reunión con el comité de expertos que gestiona la pandemia debido al repunte de casos en la capital y otras poblaciones del país. Será el cuarto estado de emergencia en Japón y coincidirá además, de lleno, con la celebración de los Juegos Olímpicos, que seguirán adelante.
¿Cómo afecta la medida a la celebración de la competición?
Según recoge RTVE, los organizadores de los Juegos Olímpicos nunca han llegado a descartar del todo la celebración de las competiciones a puerta cerrada, pues la pandemia de coronavirus ha seguido presente siempre, aunque en los últimos meses con menos intensidad.
La bajada de la incidencia generalizada presagiaba unos Juegos con público, pero las últimas informaciones hacen peligrar esta posibilidad.
Aunque en el país seguía habiendo restricciones, al dar la alerta máxima se endurecen algunas, como la asistencia de público. Los organizadores estaban ya con la idea de poder llevar a los estadios a 10.000 personas o llenar la mitad del aforo, pero con el estado de emergencia declarado y los casos de covid aumentando, las autoridades del país están estudiando reducir la cifra máxima de espectadores a sólo 5.000 personas e incluso obligar a celebrar los Juegos a puerta cerrada, es decir, sin público en las instalaciones.
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