www.diariocritico.com
Albacete: petardazo grande de los ‘juanpedros’ y triunfo de Paco Ureña

Albacete: petardazo grande de los ‘juanpedros’ y triunfo de Paco Ureña

lunes 13 de septiembre de 2021, 12:22h
Una vez más se cumplió lo de 'corrida de expectación, corrida de decepción'. Porque el regreso de Morante al abono albaceteño después de muchos años animó la taquilla y el coso presentó la mejor entrada del ciclo. Pero falló el elemento esencial del espectáculo: los toros. Porque, una vez más, y van… Juan Pedro Domecq pegó un petardo de aúpa con sus bicornes o lo que fuera aquello. Pésimamente presentados e inválidos y sin sangre brava por sus venas, la corrida, toda ella cambiada con un mínimo puyacito, casi fue un simulacro, del que se salvó Paco Ureña con el menos malo de los lotes a cada uno de los cuales arrancó una oreja, mientras que Morante dejó detalles y Juan Ortega se enfrentó, es un decir, a los más inválidos. En el espectáculo de rejoneo del domingo, con dos tercios de entrada, abrió la Puerta Grande Leonardo Hernández mientras que el local Juan Manuel Munera y la francesa Lea Vicens cortaton un trofeo. Todo ante toros, despuntados reglamentariamente para rejones, de Fermín Bohórquez.

Ya las cosas se torcieron nada más comenzar el festejo, cuando el primer ‘juanpedrito’ iba de tumbo en tumbo por el ruedo, lo que obligó al usía a mandarlo a corrales. En su lugar salió un sobrero de Mayalde, con el mínimo trapío exigible en la capital manchega, pero que contaba con las fuerzas tan justas como los que le irían sucediendo.

Con este bicorne, el de La Puebla dejó virutas de su arte con percal y flámula acompañando el viaje del animal y atreviéndose hasta con un desplante y olé. También Morante se tapó con el cuarto con cuatro mágicos lances a la verónica y un quite por chicuelinas ya movidas y vulgares. Ya con la pañosa y el juanpedrito casi muerto en vida, el coletudo festoneó alguna suerte digna de estampa sepia del Ruedo o La Lidia antiguos y hasta se permitió un bonito desarme final.

Se salvó de la quema Paco Ureña porque sus dos enemiguitos se lo permitiero. En el primero a base de tandas de redondos con hondura y profundidad oceánica imantados por la muñeca del lorquino. Sin brillo al natural, Ureña, quizás en homenaje a su suegro, el fallecido matador albaceteño Dámaso González, que este día 11 habría cumplido 72 años, tiró del efectismo de alguna espaldina y un par de circulares impropios de su sello artista.

De similar catadura fue su labor en el otro, cuya faena inició en el platillo de hinojos, y al tercer redondo, el bicorne, obediente él, también acabó de rodillas. Aunque en esta ocasión el lucimiento fue mayor con la izquierda, merced a los cadenciosos naturales, salvo una serie final con la derecha sin espada y citando de frente.

Y si Ureña pudo lucirse, siempre sin olvidar que faltaba la emoción del toro con trapío y casta, no lo pudo hacer Juan Ortega, al que se esperaba con ilusión y que quedó inédito. Sólo el tercero le permitió el saludo con bellas verónicas y se acabó porque, como en el que cerró festejo, en el último tercio anduvo más tiempo hocicando la arena que en pie.

FICHA

Toros de JUAN PEDRO DOMECQ, muy mal presentados, sin fuerzas ni casta. 1º,sobrero, de CONDE DE MAYALDE, (en sustitución de uno de la divisa titular devuelto por inválido), justo de trapío y muy flojo también. MORANTE DE LA PUEBLA: ovación; ovación. PACO UREÑA: oreja; oreja. JUAN ORTEGA: silencio; silencio. Plaza de Albacete, 11 de septiembre. 4ª de abono. Casi lleno sobre el aforo permitido de 7.500 espectadores.

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
0 comentarios