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Nueva vida para el entorno del Calderón

Los alumnos de la Universidad Politécnica Superior del CEU han sido premiados en un Concurso de Ideas sobre el entorno del estadio

viernes 10 de noviembre de 2006, 13:55h
Ya pueden presumir de contar con un premio de arquitectura. Los alumnos de la Universidad Politécnica Superior del CEU han querido dar su visión del entorno del Vicente Calderón y han participado en el Concurso de Ideas convocado por la Empresa Municipal de la Vivienda y el Suelo (EMVS) del Ayuntamiento y su universidad. Entre sus propuestas, está la incoporación de zonas verdes y la inclusión de áreas residenciales y comerciales. En cuanto a la M-30, los estudiantes coinciden con el proyecto municipal que se está ejecutando: soterrar la M-30, si no en su totalidad, al menos en determinadas zonas del tramo del Manzanares.

Alrededor de 80 estudiantes desglosados en grupos presentaron en junio sus proyectos al Concurso de Ideas convocado por la EMVS. Un mes después sonó el teléfono de Pablo Lombardo, Ángel San Juan y Cristina Rasón. Su trabajo había obtenido el primer premio del certamen, consistente en 2.100 euros para gastar en material informático. En tercera posición quedó el proyecto de Laura Cardoso, Álvaro Fernández y Cristina del Valle. Los estudiantes del CEU estuvieron durante todo un año preparando intensivamente sus proyectos en clase y orientados por los profesores para optar a uno de los galardones. Ambos coincidieron en una actuación: eliminar el estadio Vicente Calderón.

El equipo ganador del primer premio afirma que "queríamos que no quedasen residuos del Madrid existente en esa zona y el espacio que generaba el Calderón era obsoleto en cuanto a funcionalidad; no respondía a las necesidades que un estadio de fútbol requiere por lo que el uso de ese deportes podría destinarse hacia otra zona", señala Pablo. Y agrega que "la ciudad no puede absorber las grandes cantidades de gente cuando se celebraba un partido". Por su parte, Álvaro Fernández, ganador del tercer premio, señala que "los profesores nos inculcaron en principio derribar el Calderón; no obstante, en nuestro proyecto la M-30 aparece soterrada también en esa zona por lo que nos pareció apropiado".

Pablo Lombardo dice que en el trabajo de su equipo han querido hacer un "espacio urbano moderno y dinámico, en las que calles no fueran iguales en cada manzana". Destacan dos partes fundamentales: una zona en el área del Calderón en la que "hemos planteado una zona residencial en sentido longitudinal; y otra zona al otro lado del río destinada a edificios de trabajo y zona comercial". El objetivo -señala Pablo- "era romper con la trama barroca existente en este área -ya que había un problema a la hora de acercarse a la orilla del Manzanares- y unificar ambas zonas". Otra de las propuestas señaladas en este grupo son los espacios destinados a zonas verdes al lado del cementerio en las que se integran terrazas, bares, y centros comerciales. "Ésta era una zona que creaba una barrera muy importante".

Para los ganadores, la M-30 quedaría soterrada en las zonas que coinciden con la manta verde para que el peatón pueda transitar por ellas, mientras que en otros lados pasaría a convertirse en un bulevar "para la que la velocidad de los vehículos baje y que se asemeje a la Castellana", indica Pablo. Otra de las singularidades del proyecto número uno es que "dentro del área residencial se incluirían bajo rasante zonas comerciales de uso frecuente". Además, también sobresalen las 'pieles', estructuras verticales y longitudinales que albergan varios usos: que los ciudadanos puedan transitar por ellos y que puedan incluirse en estas infraestructuras las instalaciones de gas o electricidad, que "sería más rentable que colocarlas bajo tierra". Además, en las 'pieles' puede proyectarse publicidad debido a su tamaño vertical. Destaca también el uso de iluminación. "Los semáforos son luces incrustadas en el suelo que van cambiando de color".

Tercer Premio
Los ganadores del tercer premio también lo tenían claro. "Nuestras idea era activar la zona del río, eliminar los nudos en los que se creaban grandes retenciones y despejar la zona". Para ello, "lo que hemos hecho ha sido levantar las cubiertas de los edificios, que quedarían con tres o cuatro plantas, y subir así el plano de la ciudad". De esta forma, los ciudadanos pueden pasar con seguridad de una cubierta a otra, con las que se comunican las calles. Laura Cardoso afirma que "la vida se hace sobre todo en la cubierta de las viviendas que se conviertan en zonas transitables". Con ello, queríamos que se viera otra perspectiva de Madrid.

Álvaro Fernández señala que "se trata de macromanzanas con las que intentamos purificar y resolver la masificación de la ciudad". Laura, por su parte, indica que "en nuestro trabajo tenemos la calle principal y a los lados se colocan los centros de ocio; mientras que las tiendas están distribuidas dentro de la manzana". Este grupo se hizo una pregunta primordial en su trabajo: ¿Qué pasa con el río? La respuesta la encontraron en la creación de plataformas flotantes dedicadas al teatro, al cine o a diversos espectáculos. Al otro lado del Manzanares, colocaron zonas de viviendas y oficinas, pero principalmente un extenso parque en el que incluyeron áreas destinadas a exposiciones, y zonas deportivas. En cuanto a la M-30, Álvaro y Laura coinciden en soterrar la vía en todo el tramo del río.
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