Aunque en un primer momento pareció que el caso de la entrada del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, a nuestro país había quedado fuera de los tribunales, sobre todo para el Gobierno, ahora se la complica la cosa.
Y es que este martes hemos conocido que la que era por entonces ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, ha sido imputada, citada en calidad de investigada, como se le denomina técnicamente en el proceso, por esta causa. Se le acusa de prevaricación y encubrimiento.
Dicha causa fue abierta por un juzgado de Zaragoza después de que se denunciara la entrada de Ghali en abril de este año para ser tratado de un problema de salud, vinculado con patologías previas y un contagio de coronavirus.
El juez del Juzgado de Instrucción número 7 de Zaragoza, Rafael Lasala, abrió diligencias en mayo por apreciar "indicios de delito" en esta actuación del Gobierno. Además, en el pasado mes de agosto, ya imputó a Camilo Villarino, alto cargo de Exteriores y jefe de gabinete de Laya.
Declaración de Villarino
Y es que Villarino, en su declaración judicial, dijo haberse limitado a seguir las órdenes de Laya para facilitar la entrada de Ghali por Zaragoza, aunque luego fue tratado en un hospital riojano, en Logroño. Ambas comunidades autónomas de estos lugares, Aragón y La Rioja, están gobernadas por Ejecutivos socialistas.
Ya como testigo declarará ante el juez María Isabel Valldecabres, la jefa de gabinete de Carmen Calvo, que entonces era la vicepresidenta primera del Gobierno de Pedro Sánchez.
La abogacía del Estado pide que se archive el caso al considerar que no existen motivos suficientes de acusación de los delitos de prevaricación y encubrimiento.
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