Apenas una semana después de la reunión de la mesa de diálogo sobre Cataluña, las alarmas saltaron en la noche del jueves cuando el ex president Carles Puigdemont fue detenido en Cerdeña. Pero si bien parecía que el diálogo entre el Gobierno y el Govern podría saltar por los aires tras el arresto, tanto el Gobierno como ERC han blindado la mesa.
Carles Puigdemont ha vuelto a acaparar el foco mediático y político al haber sido detenido en Cerdeña. Tras 21 horas de arresto, la justicia italiana le ha dejado en libertad sin medidas cautelares, y le ha citado para el próximo 4 de octubre. Y el ex presidente catalán salíó de prisión proclamando que "España nunca pierde la oportunidad de hacer el rídiculo". Y es que es la segunda vez que es detenido desde que huyó de España en 2017, y de nuevo, podría no ser entregado a las autoridades judiciales españolas, al menos, no por el delito de rebelión, lo que hasta ahora, ha rechazado el Tribunal Supremo.
Aunque la detención de Puigdemont hizo peligrar la mesa de diálogo entre el Gobierno y el Govern, tanto los socialistas como ERC han querido limitar su impacto y la han desligado de las negociaciones, tanto sobre el conflicto catalán como para la aprobación de los Presupuestos.
Preguntado por Puigdemont en la isla de La Palma, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, afirmó que debe "someterse a la justicia" y cree que este hecho no tiene por qué dar al traste con el diálogo con la Generalitat.
"Hoy más que nunca debemos apostar por el diálogo para que los catalanes puedan reencontrarse" entre ellos y con el resto de los españoles", explicó.
El president de la Generalitat, Pere Aragonès, tildó de "represión" el arresto y volvió a proclamar que "la amnistía y la autodeterminación son las únicas vías para la resolución del conflicto".
Aragonès apuntó que la detención de Puigdemont no ayudaba al proceso de diálogo, evitó hablar de ruptura en las negociaciones de la mesa de diálogo con el Gobierno central. El president ha viajado este sábado a Cerdeña para mostrar su apoyo a Puigdemont, en un intento por mantener la alianza con Junts, que atraviesa una crisis permanente.
El líder de ERC, Oriol Junqueras, ha aseverado que la puesta en libertad de Puidgemont en Italia es "un batacazo en la estrategia del Supremo, que ya ha fracasado en Alemania, Bélgica, Reino Unido, Suiza, parece que en Italia, en la ONU, en el Consejo de Europa".
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