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Estará incomunicado cinco días

El etarra Igor Portu ha declarado al juez Marlaska que la Guardia Civil le maltrató

El etarra Igor Portu ha declarado al juez Marlaska que la Guardia Civil le maltrató

· Desmiente que el arresto se produjera por un control y dice que no intentó escapar

viernes 11 de enero de 2008, 12:11h
Un relato escabroso y fortísimo el que asegura el diario GARA que el etarra Igor Portu habría trasladado, al parecer, al juez Grande-Marlaska. Le contó que los agentes de la Guardia Civil le metieron la cabeza en un río después de su detención y que recibió "golpes duros" en cabeza, costillas, vientre y pies. También habría habido amenazas de todo tipo.

   El etarra Igor Portu declaró en la tarde del jueves al juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska que sufrió malos tratos por parte de agentes de la Guardia Civil después de ser detenido y esposado, según la declaración que publica 'Gara' en su edición digital. El arresto, añade el presunto etarra, no se produjo a consecuencia de un control y en ningún momento ni él, ni el otro detenido, Mattin Sarasola, intentaron fugarse a la carrera.

   Según el relato del presunto terrorista, los agentes no lo condujeron directamente al cuartel de Intxaurrondo sino que le condujeron a un río y que allí y durante los dos trayectos recibió "golpes duros" en cabeza, costillas, vientre y pies.

   Igor Portu, acusado de participar en el atentado de la T-4 en el que murieron dos personas, dijo al juez durante su declaración en el Hospital Donostia, que tras requerirle los agentes el DNI y comprobar lo que llevaba en la mochila, lo introdujeron en un vehículo y que "al poco tiempo de su detención, en menos de 50 minutos", empezó a recibir "puñetazos y tortazos", por parte de los agentes que viajaban en el Nissan Patrol, en especial por uno que viajaba de copiloto.

   En otro punto, asegura que empezó a recibir golpes "enseguida, mientras estaban en marcha". A partir de ahí, según el presunto etarra, lo conducen a una carretera que estaba a uno o dos kilómetros de Mondragón, "a una especie de puerto". Junto a un río, continúa, coincidió con el otro detenido, Mattin Sarasola.

   A partir de ahí, continúa su relato, le condujeron junto a un río y oyó un disparo, pensando que se trataba de "una simulación de ejecución" de su compañero de comando. Junto al río, dice, le propinaron "golpes duros" en el vientre, costillas y cabeza, mientras permanecía esposado con las manos a la espalda. Después, continúa el presunto etarra, le metieron dos o tres veces la cabeza en el agua y le obligaron a tragarla. Según su relato, en el supuesto camino de regreso al Patrol le volvieron a golpear.


En el cuartel

   Ya en Intxaurrondo, asegura el presunto terrorista, vio en un calabozo a Sarasola. Allí le obligaron, añade, a hacer flexiones y recibió más golpes. También, dice, le enroscaron unas mantas alrededor del cuerpo y alguien se subió encima "presionando".

   Portu dice que no pidió ver a ningún médico porque la actitud de los guardias "era de todo lo contrario" y le decían "que le iban a matar, que al único médico que iba a ver era al forense". También dice que los agentes le amenazaron con que "se atuviera a las consecuencias si contaba algo de todo esto".

    El relato de Portu sobre que fue torturado rescata anteriores polémicas con otros casos de etarras detenidos. Por ejemplo, el miembro de la banda Mikel Zabalza murió ahogado en 1986 en las aguas del río Bidasoa, como confirmaron posteriormente los datos de la autopsia.


Trasladado a prisión después del alta médica

    El juez de la Audiencia Nacional Fernando-Grande Marlaska acordó el jueves el ingreso en prisión incondicional del presunto miembro de ETA, que fue detenido el pasado domingo en Arrasate-Mondragón (Guipúzcoa) junto a Martín Sarasola, por varios delitos.

   En concreto, el titular del Juzgado Central de Instrucción número 3 de la Audiencia Nacional, que sustituye al juez Juan del Olmo --que se encontraba de guardia el día de las detenciones-- por disfrutar éste de un permiso, le imputa los delitos de integración en organización terrorista y dos delitos de asesinato por el fallecimiento de los ecuatorianos Diego Armando Estacio y Carlos Alonso Palate en el atentado de la T-4 de Madrid-Barajas.

   El magistrado también le imputa dos delitos de estragos por los daños causados en la terminal del aeropuerto madrileño y tras la explosión de un furgoneta bomba en Castellón el pasado verano y un delito de tenencia de armas y explosivos, según informaron fuentes jurídicas.

   Tras el interrogatorio de Grande-Marlaska, que se realizó en presencia del fiscal de la Audiencia Nacional Miguel Angel Carvallo, el magistrado acordó que Portu permanezca incomunicado durante cinco días a contar a partir de este viernes, de modo que su abogado de confianza no podrá tener acceso a él.
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