Crítica de la obra ‘Marrano, un cuento de la Inquisición’. Fanatismo, religión y poder

Mira de Amescua, contemporáneo de Quevedo y Calderón, escribió un auto sacramental titulado La Inquisición, que ha servido de inspiración a La Percha Teatro para escribir ‘Marrano, un cuento de la Inquisición’, una obra escrita en nuestros días, pero de corte absolutamente clásico que bien pudiera haber sido escrita en nuestro Siglo de Oro y que aún puede verse en el Teatro Corral Cervantes.

La compañía se ha inspirado en dos hechos históricos: por un lado, el asesinato del sumo inquisidor de la Corona de Aragón, Pedro de Arbués; y, por otro, la expulsión de los judíos a finales del siglo XV. La fábula de la propuesta escénica cuenta la historia de Uriel, hijo de Jacob y de Miriam, un joven judío nacido en la Sevilla de 1470 cuya vida da un vuelco cuando la Inquisición peina la ciudad en busca de judíos, conversos o no, de infieles, de marranos.

Razones suficientes todas ellas para que este montaje de ‘Marrano, una historia de la Inquisición’ forme parte de la quinta edición de la Fiesta Corral Cervantes, un festival cuyo objetivo es difundir la riqueza dramática y literaria que brotó en España en el siglo XVI. Todo el verano ha habido representaciones -más de 100-, de diversas compañías con una misma temática de fondo, el teatro de nuestro Siglo de Oro, que se han representado en la carpa Teatro Corral Cervantes situada en Madrid Río.

Es ‘Marrano, una historia de la Inquisición’ verdadero teatro de compañía, ese teatro en el que lo que prima no es colocar más arriba o más abajo en los carteles los nombres de sus componentes, sino el resultado final de cada propuesta, la persecución obsesiva de la calidad de todas sus producciones y, al final, alcanzar un sello que identifique a la compañía y que el espectador asocie su nombre, La Percha Teatro, con teatro de calidad contrastada. La Percha la forman María Pelusso, Paula Vilaur, Idan Iechieli, Pablo Calvo y Alex Castiñeiras. Estupendos actores que dominan voz, cuerpo y gesto de principio a fin del montaje, de unos 75 minutos de duración.

La historia que se cuenta está atravesada por la emoción y eso le hace llegar aún más al corazón del espectador. Los cinco componentes de La Percha Teatro se multiplican en un montón de personajes que, a la vez, van narrando la historia. Y, por si ello solo no fuera bastante, interpretan música y construyen el espacio sonoro en directo. La escenografía la marca ya el diseño del Corral Cervantes, hecho a la imagen del Corral de Comedias de Almagro –corrala con ventanas y puertas de fondo-, y unas cuantas sábanas que lo mismo hacen de vestidos que de tapetes en las mesas, o de mostradores en la zapatería. ¡Qué imaginación tan desbordante! El vestuario es sencillo pero efectivo: pantalones oscuros para todos los personajes, y camisas blancas.

El espectáculo que levanta La Percha Teatro conmueve, sorprende, interesa y acerca al espectador una página de nuestra historia vivida a finales del siglo XV, no precisamente para estar orgullosos de ella. Lo peor es que tampoco está muy lejos de otras historias que hoy vivimos día a día y de las que no siempre dan cuenta los medios de comunicación. Una historia del pasado que nos ayuda a entender nuestro presente. Imprescindible.

‘Marrano, un cuento de la Inquisición’

Dramaturgia, dirección, música, vestuario e interpretación: La Percha Teatro

Asesor artístico: Miguel Ángel Gutiérrez

Una producción de La Percha Teatro

Teatro Corral Cervantes, Madrid

Próxima función el 19 de octubre de 2021