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¿Por qué han aumentado los pagos móviles durante la crisis del coronavirus?
(Foto: FOSFORIX FLICKR CC )

¿Por qué han aumentado los pagos móviles durante la crisis del coronavirus?

lunes 04 de octubre de 2021, 09:44h

Apple Pay, Google Pay, Bizum, NFC y otras plataformas y pasarelas de pagos móviles han incrementado su actividad en casi un ochenta por ciento, en menos de un año, en España. Esta práctica de los pagos móviles era casi desconocida, o muy poco frecuente, en nuestro país, hasta febrero de 2020. A partir de dicho mes, empezó su despegue. Pero casi nadie esperaba, entonces, que ese crecimiento fuera exponencial a partir de marzo, con el comienzo de la pandemia del Covid-19.

¿Por qué han aumentado los pagos móviles durante la crisis del coronavirus? El estallido de la pandemia confinó en sus casas a la población de todo el país. Para evitar los contagios del Covid, el contacto interpersonal se redujo al mínimo imprescindible. Aislados y sin posibilidad de cercanía social de ningún tipo, los españoles recurrieron a las nuevas tecnologías. Éste fue sólo el primer paso de los cambios que se avecinaban.

Hubo un cambio de mentalidad y hábitos de consumo (compras online). Afortunadamente, la conectividad en España ya estaba entre las más extendidas de Europa, incluso para la tecnología 5G. Las compañías de telecomunicaciones, telefonía móvil y entidades financieras habían “hecho los deberes” muy rápido. Ya habían surgido las primeras ‘fintech’, como Qonto. Todo esto nos libró de las dificultades que se iban a encontrar las poblaciones de otros países, incluso las de algunos muy desarrollados.

Sí, hubo un cambio de mentalidad y un segundo cambio: el de la confianza que los usuarios comenzaron a sentir hacia las transacciones financieras, contrataciones y otras operaciones con cualquier terminal conectado a la Red.

El móvil se vio convertido, de la noche a la mañana como aquel que dice, en el principal punto de contacto (virtual) con el mundo exterior, como si de una tabla salvavidas (salvavidas de la vida cotidiana) se tratara. Entre otras razones, porque era el dispositivo que los ciudadanos teníamos más a mano (literalmente hablando).

No sólo ‘ecommerce’

En consecuencia, se produjo el tercer cambio: el de los hábitos de consumo. El crecimiento del comercio electrónico comenzó a ser de tres dígitos porcentuales, multiplicando y acelerando la tendencia que ya había mostrado las primeras evidencias en los años anteriores. Era un crecimiento obligado para una población encerrada en casa y con tiendas y negocios físicos cerrados.

Luego vino la “desescalada” y una vuelta paulatina a la deseada normalidad. Los comercios y negocios comenzaron paulatinamente a abrir de nuevo sus puertas. Pero el distanciamiento social y el uso de mascarillas se seguían imponiendo, de forma más estricta que como las vivimos ahora.

‘Contactless’ y ‘cashless’

Contactless. Había que evitar en todo lo posible el contacto físico con personas ajenas a nuestro entorno familiar e íntimo. Y esto incluía cualquier tipo de contacto, incluyendo, claro está, el intercambio de billetes y monedas para realizar pagos, porque también existe el riesgo de contagios cuando el dinero cambia de manos. Y más ahora, con las sucesivas mutaciones del virus que han surgido, especialmente la variante Delta, mucho más contagiosa y mortífera que todas las anteriores.

La gran mayoría de los negocios, establecimientos y cadenas comerciales eliminaron sus límites de importes mínimos en compras, para aceptar de sus clientes el abono con tarjetas bancarias y virtuales en los móviles (Bizum, NFC), incluso para pagar cantidades insignificantes, como el precio de un refresco o el de una barra de pan. Éste fue el cuarto cambio.

También había que evitar aglomeraciones y colas para realizar pagos y otras operaciones, tanto en comercios como en bancos. La suma de todo esto condujo al incremento exponencial de los pagos móviles y de la tecnología ‘contactless’, con los que evitar este tipo de contactos.

La sociedad ‘cashless’ (sin dinero físico) ha nacido para quedarse.

Neobancos para emprendedores y startups

Acorde con todo lo anterior, han proliferado los “neobancos” y ‘fintech’ altamente especializados en proveer de servicios financieros a microempresas, empresas familiares, pymes, autónomos, emprendedores y ‘startups’. Proyectos y negocios que han crecido de manera espectacular también, como alternativas a la incertidumbre laboral y a la crisis económica que produjo el “parón” de toda actividad, en todos los sectores, a causa del Covid.

Todos estos profesionales y empresarios han recurrido al datáfono móvil, para poder realizar sus cobros por servicios y productos desde un teléfono móvil.

Qonto es uno de estos “neobancos” especializados en los negocios de la Economía Digital. Es una ‘fintech’ francesa, creada en abril de 2016, que surge cuando sus fundadores, Alexandre Prot y Steve Anavi, echan de menos el poder contar con un banco transparente y con herramientas que respondan a las necesidades de la empresa moderna.

Esta entidad es esta alternativa a las cuentas tradicionales, tan necesaria en el Nueva Economía. En 15 minutos, los clientes pueden abrir una cuenta de empresa, por una cuota mensual fija (desde los nueve euros) y realizar la gestión diaria de sus ingresos y gastos (contabilidad, automatización, facturación y pago de nóminas), con tarjetas de débito físicas y virtuales, con Apple Pay y Google Pay. Todo desde el móvil o un ordenador.

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