Son esas pequeñas grandes historias, esas pequeñas cosas que cantaba Serrat que nunca salen en los papeles pero están cargadas de humanidad. Como la ocurrida pronto hará un siglo en uno de los más bellos parajes de la región, el de Yetas/Nerpio en la provincia de Albacete. Donde este domingo 10 de octubre se va a recordar un hecho, muy impactante entonces, que sirvió al menos para poder entregar a sus familiares un cadáver, el de un destacado militar español, el comandante Molas, que se había estrellado con su globo aerostático en su intento de batir un récord mundial. El encargado de descubrir la estatua en su honor será el chaval con 7 años entonces que lo descubrió, Verónico Martínez García (en la foto), un personaje cargado de bonhomía, que acaba de superar su primer siglo de edad.
Organizado por la Asociación de Amigos de Yetas, se recuerda aquel 15 de septiembre de 1928, cuando el comandante Benito Molas inició la aventura de batir el récord mundial en ascenso, a los mandos del globo Hispania. Partió de Guadalajara, y a los 3.000 metros se perdió su pista. Hacia las cuatro de la tarde, empezó a verse en Yetas, tocando tierra en la Loma del Vizlache.
El globo Hispania había alcanzado los 11.000 metros de altura, pero la Federación Internacional no reconoció esa marca mundial de Molas, porque murió asfixiado antes de caer. Tras ser descubierto el globo por Verónico, los labradores Antonio Ruíz, Eufrasio González y Manuel Pérez ataron las cuerdas a unos pinos en el paraje llamado El Majal de Guillén, donde los cuatro yetenses hallaron el cadáver de Molas en el interior del aerostero.
Molas había participado en Estados Unidos en la copa Gordon Bennett, como representante de España, auspiciada por Henry Ford y celebrada en Detroit el 10 de septiembre de 1927. Molas y Maldonado tripulaban el globo Hispania (el mismo que cayó en Yetas) con el que ascendieron en esa competición hasta los 6.000 metros, obteniendo el quinto puesto a nivel mundial.
A las doce y media de este domingo tendrá lugar la inauguración del Monumento al globo Hispania y el comandante Molas, con el descubrimiento del mismo por el único testigo y cronista del suceso, Verónico Martínez García -precisamente el año en que cumple un siglo de vida- junto al alcalde de Nerpio, José Antonio Gómez.
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