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El Consejo de Europa alerta de 'malos tratos' en cárceles y comisarías españolas
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(Foto: CPT)

El Consejo de Europa alerta de "malos tratos" en cárceles y comisarías españolas

martes 09 de noviembre de 2021, 12:33h

En un informe sobre España, el Comité contra la Tortura (CPT) del Consejo de Europa insta a las autoridades a tomar medidas decididas para prevenir los malos tratos en prisión y garantizar que se investiguen de manera eficaz. El Consejo europeo propone una serie de medidas para mejorar el tratamiento de los presos, especialmente los vulnerables, y de los pacientes recluidos en los dos hospitales psiquiátricos penitenciarios, así como combatir los malos tratos por parte de agentes de policía.

El Comité para la Prevención de la Tortura y las Penas o Tratos Inhumanos o Degradantes del Consejo de Europa ha publicado este martes el informe sobre la visita a varias cárceles, los hospitales psiquiátricos penitenciarios de Alicante y Sevilla, un centro de detención para menores en Algeciras y los calabozos de comisarías en nuestro país. La visita tuvo lugar en septiembre de 2020, y el organismo ha constatado casos de malos tratos en cárceles y comisarías.

Malos tratos en cárceles y comisarías

Si bien señalan que "la mayoría de las personas entrevistadas afirmaron que habían sido tratados correctamente por los agentes del orden", tanto en las cárceles como en las comisarías, recibieron "un número importante de denuncias de malos tratos, incluso de menores, que afectaban principalmente a la Policía Nacional. Los malos tratos se infligían supuestamente como medio para obligar a los sospechosos a proporcionar información o a confesar determinados delitos o para castigarlos por el supuesto delito cometido. Además, la delegación escuchó algunas denuncias de abusos verbales por parte de los agentes de policía hacia las personas detenidas, en particular los extranjeros, y de esposas excesivamente apretadas".

En las cárceles de hombres visitadas, la delegación recibió "un gran número de denuncias consistentes y creíbles de malos tratos físicos recientes por parte de funcionarios de prisiones, que consistieron principalmente en bofetadas en la cabeza y el cuerpo, puñetazos, patadas y golpes con porras".

"En varios casos, los presuntos malos tratos fueron respaldados por lesiones documentadas por la delegación o anotadas en el historial médico de la persona. La delegación también recibió varias denuncias creíbles de personas a las que se les había sometido las plantas de los pies a repetidos golpes de porra; un método de tortura conocido como falaka (bastinado). El maltrato parece ser una reacción desproporcionada y punitiva al comportamiento recalcitrante de los presos. Abordar este comportamiento requiere una supervisión más rigurosa por parte de la dirección, una mejor capacitación del personal en el uso de técnicas de control y contención y desescalamiento, la documentación precisa de todas las lesiones y la denuncia inmediata de todas las denuncias de malos tratos a las autoridades fiscales competentes", reza el informe.

El Comité señala que se han producido "considerables avances" en las cárceles españolas en la reducción tanto del número como de la duración de las aplicaciones de la medida de fijación mecánica de una persona a una cama. No obstante, "considera que el objetivo debe seguir siendo la abolición de esta medida en prisión, ya que está expuesta a abusos", por lo que el Consejo de Europea señala que "deben aplicarse salvaguardias aún más estrictas, como reducir aún más su duración, mejorar la supervisión de la medida, acabar con la fijación de los enfermos mentales y de las personas que se autolesionan".

En lo que respecta a las cárceles de mujeres, el informe pide un enfoque específico de género que tenga en cuenta las necesidades de las reclusas. "Es necesario hacer más para desarrollar la gama de actividades estereotipadas sin género que se ofrecen a las mujeres y adoptar una política para prevenir y reducir los actos de autolesión de las mujeres y asegurar que tales actos sean siempre tratados desde un punto de vista terapéutico", afirma el informe.

El Comité se ha mostrado crítico "con el tratamiento y las condiciones que se ofrecen a los pacientes en los dos Hospitales Psiquiátricos Penitenciarios (PPH) de Alicante y Sevilla", ya que defiende que "deben gozar de plena separación institucional y funcional del servicio penitenciario y estar bajo la responsabilidad del sistema nacional de salud".

"Debería haber un cambio de paradigma en el tratamiento de los pacientes forenses basado en los principios del tratamiento individualizado y un alejamiento del énfasis actual en la farmacoterapia". El Comité también apunta que el diseño carcelario y el entorno austero de estos centros psiquiátricos penitenciarios no conducen a un enfoque verdaderamente terapéutico.

"En ambos hospitales se recibieron algunas denuncias de malos tratos físicos consistentes en golpes con porras de goma y de fijaciones mecánicas dolorosas e inadecuadas. El Comité es crítico con la práctica de períodos prolongados de reclusión impuesta a los pacientes, que duran hasta cuatro meses, sin las debidas garantías legales o una revisión judicial adecuada", señala el texto.

En el Centro de Detención de Menores “La Marchenilla” de Algeciras, el Comité tuvo una impresión positiva de la actitud solidaria del personal y de los planes terapéuticos y de rehabilitación individuales propuestos para cada residente. Sin embargo, "varios menores se quejaron del comportamiento rudo del personal de seguridad al restringirlos físicamente. Los menores continuaban siendo sometidos a períodos prolongados de fijación mecánica y se les inyectaban medicamentos a la fuerza", por lo que el Comité vuelve a instar a las autoridades españolas a abolir la fijación mecánica de menores a nivel nacional.

En su respuesta al informe, las autoridades españolas han proporcionado información sobre las medidas adoptadas en las cárceles para combatir los malos tratos por parte del personal penitenciario y reforzar la supervisión interna, así como sobre las medidas adoptadas para reducir el número de personas colocadas en módulos de régimen cerrado y limitar el recurso a la medida de fijación mecánica.

"La respuesta proporciona información sobre la adopción de una perspectiva de género en las cárceles. Las autoridades españolas también coinciden con el Comité en que los centros psiquiátricos penitenciarios deben quedar bajo la responsabilidad de las autoridades sanitarias nacionales con el fin de proporcionar un entorno terapéutico más adecuado. Por último, en lo que respecta al Centro de Detención de Menores, se están tomando medidas para implementar las distintas recomendaciones, en particular en lo que respecta a las medidas adoptadas para reducir y abolir la práctica de la fijación de menores en los Centros de Menores de toda España", concluye el informe.

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