El indulto del Gobierno a Juana Rivas ha tenido una alta repercusión. Primero generando muchas críticas entre juristas y contrarios a la causa de la madre granadina condenada por retener a sus hijos y no entregárselos a su padre, al que acusaba de violencia familiar.
Ahora se abre un nuevo frente porque su ex marido, el italiano Francesco Arcuri, ha recurrido este indulto ante el Tribunal Supremo. Recurre tanto la reducción de la condena a la mitad como, sobre todo, que se le devuelva la patria potestad a la madre a cambio de 180 horas de trabajo social prestando servicios para la comunidad.
Al margen de este conficto, en Italia este viernes continúa en vista oral la causa por la custodia de los 2 hijos de la pareja. En ese país, Rivas no puede gozar de los beneficios del indulto, donde seguirá tratada en rigor del delito de sustracción de menores por el que fue condenada.
El caso 'Juana Rivas'
La complicación del caso no tiene fin. El conflicto comienza en 2016, cuando un auto judicial obligaba a Rivas a entregar a sus hijos, tanto por la justicia italiana como por la española. Fue cuando la madre se negó a entregarlos.
Tras finalmente hacerlo, residen en Italia desde entonces y en 2018 ella era condenada a 5 años de cárcel y 6 de inhabilitación sobre la patria potestad de los niños. La condena fue después reducida a algo de 2 años y 6 meses de prisión. Con el indulto parcial será de año y 3 meses.
La pareja se conoció en 2004 y en 2006, tras el nacimiento de su primer hijo, residían juntos en Granada. En 2009, mantienen una disputa doméstica en la que Rivas sufre daños en una mano. Ella acudió al hospital y emitió una denuncia por maltrato de género.
Después, en el informe médico, aparecen posibles nuevas lesiones físicas y psicológicas. Arcuri respondió con otra denuncia por violencia doméstica, pero es arrestado por una presunta resistencia a ser detenido por la policía. Él presentó hematomas en un muslo y en la cadera, y otras lesiones.
La sentencia absolvía a Rivas y establecía que la noche de los incidentes Arcuri habría "golpeado repetidamente" a la mujer tras una disputa por llegar tarde de madrugada al domicilio familiar. Arcuri fue condenado a 3 meses de prisión y a una orden de alejamiento de un año y 3 meses.
Ambos incumplieron la sentencia y retomaron la convivencia, marchándose a vivir a Italia, donde nace su segundo hijo en común. Tras una pausa en la relación, de nuevo la retoman en 2013.
Es en 2016 cuando Rivas abandona Italia y vuelve a Granada junto a sus 2 hijos, con la excusa de visitar a la familia, pero después argumenta que era una huida por la "situación diaria de opresión, aislamiento y maltrato durante más de 2 años". Desde España vuelve a denunciar a Arcuri, ahora por "presuntos maltratos físicos y psicológicos", pero queda desestimado. Rivas insistió e incluye esta vez un maltrato sobre el hijo mayor.
A lo largo de 2017 es obligada a recurrir a peticiones de justicia y recogidas de firmas para no tener que devolver los niños a su padre en Italia. Todas sus peticiones son desestimadas y es cuando se produce la no entrega y el delito por el que fue después condenada.
Si (
No(
