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Crítica de la obra de teatro 'El diablo en la playa': teoría del caos

Crítica de la obra de teatro 'El diablo en la playa': teoría del caos

domingo 05 de diciembre de 2021, 12:04h

Matarile, la compañía gallega de teatro de vanguardia que dirige Ana Vallés, acaba de estrenar en el Teatro de la Abadía ‘El diablo en la playa’, la obra que inicia su Trilogía de la Fragilidad, que continuará el 14 de enero con el estreno absoluto de Inloca en el CDN, y terminará en 2023 con el estreno de la parte que cerrará la trilogía, Europa después de la lluvia.

Sobre el escenario de la Sala José Luis Alonso de la Abadía las dos únicas actrices de la pieza, Celeste González y Claudia Faci, durante algo más de una hora, se desplazan armónicamente por él, bailan libres y -unas veces con micrófono y otras sin él-, enuncian sentencias en torno al caos escritas por Ana Vallés, que cita con frecuencia al filósofo francés Gilles Deleuze (Proust y los signos, Diferencia y repetición). Una mesa y varios sillones son los únicos enseres en los que se apoyan las actrices bailarinas que, con la precisa y poética iluminación de Baltasar Patiño y Miguel Muñoz, espacio y objetos cobran nuevos significados, levantan ancestrales inquietudes y animan a la confesión, al enunciado en voz alta de las más profundas inquietudes que –como a todos-, les han levantado estos extraños, imprevistos e inquietantes meses de confinamiento, de pandemia y de conciencia de nuestra propia fragilidad.

“Hay que encontrar el ritmo del caos. Amar el ritmo del caos. Convertirlo en algo erótico para nuestra vida, para nuestro cerebro… Hay que hacer de la respiración nuestra forma de intercambio con el universo. Respirar, inspirar, conspirar y, al final, expirar…”. Pensamientos como este son lanzados al patio de butacas con la normalidad y la serenidad de quien se ha descubierto como parte de un todo, el universo, y ha encontrado la forma de comunicarse con él. Unas veces Celeste y otras Claudia los lanzan con convicción y, mientras, la compañera aprovecha para cambiarse de vestido o desprenderse de él para seguir moviéndose con tanta libertad como gracia y armonía por el espacio escénico.

El juego planteado enfrenta el tiempo, la ciencia y la filosofía, saberes que se asientan en la lógica y en la búsqueda de un sistema estructural estable, frente al arte, otra forma bien distinta en la que se apoya el ser humano para relacionarse con el universo y, de alguna manera, ordenar el caos. Y con el arte surgen otros temas como la distancia justa para comunicarnos (el director de cine Roy Andersson dice que “el plano general de una persona, lo que la rodea, dice más de ella que el plano de su propio rostro”); la figura del diablo y la maldad; la playa como lugar donde las tentaciones nos desbordan…

Y, como fondo, las músicas underground seleccionadas por Baltasar Patiño (autor también del diseño escénico), en donde los sonidos profundos de las guitarras eléctricas, la percusión rítmica de la batería, el sonido del bajo, y las voces, unas veces susurrantes, otras heridas, otras esperanzadas, ponen el marco cotidiano a esas vidas, las de todos, circulando entre un pasado que ya se fue y un futuro que no sabemos si vendrá. No nos queda más que el presente que, además, sin darnos cuenta se nos escapa de las manos. Quizás por eso mismo, “conocer la muerte, la expiración, como única meta cierta de nuestro destino, es la única manera de sintonizarse con la realidad amistosa del caos”.

‘El diablo en la playa’ es, en definitiva, otra hermosa pieza de Matarile que nos conecta con nosotros mismos, con la belleza y con la fealdad, con la incertidumbre y con el caos, no para generar inquietud entre el público sino todo lo contrario, descubrirle caminos para sintonizar, normalizar y hasta amar el caos, es decir, amar la vida.

Un montaje fascinante que, intuímos, es sólo el aperitivo de Inloca. Imperdible.

‘El diablo en la playa’

Dirección: Ana Vallés

Producción: Matarile

Otros textos y coreografía: Claudia Faci y Celeste González

Iluminación: Baltasar Patiño y Miguel Muñoz

Espacio escénico y montaje musical: Baltasar Patiño

Vídeo: Matarile

Vestuario: Matarile, Naftalina y Nuria González

Fotografía: Rubén Vilanova y Edición Rusa

Coordinación artística: Juancho Gianzo

Teatro de la Abadía, Madrid

Hasta el 12 de diciembre de 2021

José-Miguel Vila

Columnista y crítico teatral

Periodista desde hace más de 4 décadas, ensayista y crítico de Artes Escénicas, José-Miguel Vila ha trabajado en todas las áreas de la comunicación (prensa, agencias, radio, TV y direcciones de comunicación). Es autor de Con otra mirada (2003), Mujeres del mundo (2005), Prostitución: Vidas quebradas (2008), Dios, ahora (2010), Modas infames (2013), Ucrania frente a Putin (2015), Teatro a ciegas (2017), Cuarenta años de cultura en la España democrática 1977/2017 (2017), Del Rey abajo, cualquiera (2018), En primera fila (2020), Antología de soledades (2022), Putin contra Ucrania y Occidente (2022), Sanchismo, mentiras e ingeniería social (2022), y Territorios escénicos (2023)

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