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Un momento de la representación de la obra
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Un momento de la representación de la obra (Foto: David Ruano)

Brillante reestreno de '53 diumenges' en el Teatro Romea de Barcelona

Un gran reparto con cuatro intérpretes dirigidos por Cesc Gay

lunes 03 de enero de 2022, 19:14h
Tras una gira por Cataluña, Baleares y la Comunidad Valenciana, la obra “53 diumenges” ha vuelto a recalar en el Teatro Romea de Barcelona, donde ya estuvo durante cuatro meses a principios de año. Los datos hablan por sí solos: 40.000 espectadores y 30 teatros visitados. En esta ocasión con una nueva actriz, que reemplaza a la anterior Marta Marco: Cristina Plazas. Y el resto sigue compuesto por Pere Arquillué, Lluís Villanueva y Àgata Roca. Una comedia con un sólido engranaje que produce la risa, y hasta la carcajadas de un público que, más que nunca, necesita una inyección de optimismo. El espectáculo comenzó el pasado 28 de Diciembre, ha tenido función especial de Fin de Año, y en el nuevo 2022 continuará, a lo largo de ocho semanas, hasta el 20 de Febrero.

La obra es una suerte de continuación de otra comedia que tuvo gran éxito en Cataluña (y el resto de España) “Els veins de dalt” (Los vecinos de arriba) y en esta ocasión el conflicto entre parejas es sustituido por otro que siempre da para que el espectador se pueda identificar: el que se produce entre hermanos. Cuatro de una familia se unen para hablar de su padre, ya mayor, con problemas de memoria, y que tiene la “incómoda” costumbre de enseñar el pene a su vecina. Esto da lugar al encuentro entre los hermanos, en el que un personaje muy brillante en la interpretación- Àgata Roca- se convierte en narradora de la historia, o hilo conductor, además de interpretar el papel de esposa del protagonista de la función (Pere Arquillué).

Ella es hija única, y no entiende los conflictos que se producen entre los hermanos, convirtiéndose en espectadora del esperpento familiar... Arquillué, por su parte, es actor capaz de una gran variedad de registros, en el que la comedia sobresale por méritos propios, dando vida al hermano pequeño, y menos potentado económicamente de la familia. Es un hombre superficial con poca cultura, y que se presenta a un casting para un anuncio. Le da réplica el hermano bendecido por sus suegros para tener un nivel de vida muy superior. Y entre medio está la hermana preocupada por todo, detallista, y a la que le cuesta decir las verdades: la actriz valenciana Cristina Plazas, que se ha incorporado en esta nueva entrega del espectáculo.

Comedia

Esta es la segunda incursión como director en la comedia de Cesc Gay (aunque ya había trasladado obras teatrales al cine, donde es un consumado maestro). Suyas son películas como “Truman”, “Ficción” o “Una pistola en cada mano”. En “53 diumenges” pretende llegar a un sector de público amplio, y ello puede dar lugar a que el argumento peque de superficial y excesivamente previsible. Ello no obsta para que el cuadro de actores esté perfectamente sincronizado, sin que uno le reste protagonismo al otro.

El que provoca mayor hilaridad es sin duda el que interpreta Pere Arquillué (que ya había trabajado con Gay), y que se luce en la entonación, el alargamiento de vocales donde culmina las frases, lo que da lugar a malentendidos entre los dos hermanos varones especialmente. Son personajes unidos por lazos de sangre que se “odian” o envidian al mismo tiempo, pero que tienen un nexo común del que no pueden escapar. Y el padre es el leiv motiv (aunque no aparezca en escena) que provoca el conflicto como ocurre con muchas familias que no saben que hacer con las personas mayores…

La obra tiene diálogos ágiles, brillantes réplicas entre los personajes y una escenografía en que sobresale el salón o estancia de la casa, y la cocina, donde se refugian cuando alguno de ellos no quiere dar la cara. Cualquier frase,aparentemente inofensiva, puede ser la espita que abra una discusión que va subiendo de tono. La comedia llega a un final que no puede desvelarse, donde flota un espíritu pesimista. A los hermanos les falta inteligencia emociona para valorar las cosas importantes, y tienen dificultades para transmitir el afecto.

El público disfruta, y además conoce perfectamente a los actores, especialmente en el caso de Arquillué o Ágata Roca, que además de un brillante trayectoria teatral, aparecen con frecuencias en seriales televisivos de la autonómica catalana. Cesc Gay es como siempre certero a la hora de diseccionar las preocupaciones, conversaciones, y problemas de la clase media, de forma que el espectador se puede sentir identificado, y más cuando el asunto central es el tema familiar...

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