Canadá se lo pone más difícil a los no vacunados: regiones como Québec estudian aplicarles un impuesto

En el mundo occidental el problema es convencer a los no vacunados para que se incluyan entre los que reciben la pauta completa y así dejar de ser un vehículo de transmisión del coronavirus de una vez por todas. Mientras, los países en vía de desarrollo tienen otro problema: conseguir más vacunas.

Pero en ese primer mundo del que hablamos, la batalla es cómo incluir a estas personas reticentes o directamente antivacunas entre los vacunados. Mientras en Europa no terminan de encontrar una fórmula convincente, en Canadá parece que les declaran la guerra por la vía económica. Es decir, se planea atacar donde más duele: en el bolsillo.

Regiones de ese país como Québec están estudiando aplicarles un impuesto basándose en la idea de que estas personas suponen más gastos sanitarios al no querer vacunarse de manera voluntaria, muchos de ellos terminando contagiados y con sintomas graves, por lo que requieren atención médica e incluso ingreso hospitalario.

Vacunación obligatoria

Mientras, el Gobierno central canadiense, a través de su ministro de Sanidad de Canadá, Jean-Yves Duclos, ya ha dejado claro que podría plantear la vacunación obligatoria contra la covid, responsabilidad que trasladaría a las distintas regiones. Equivale a que en España lo decidiera el Ejecutivo central y que luego nuestras comunidades autónomas tuvieran que poner en marcha ese plan de vacuna forzosa.

La idea de Québec es intermedia: no obligar, pero sí 'sancionar' por la vía de los impuestos. Consideran sus autoridades que los negacionistas "ponen una carga muy importante" en el sistema sanitario y que es "normal" que el resto de ciudadanos les haga ver que deben costear ciertos cargos sanitarios a través de impuestos.

Canadá, como medio mundo, está atravesando una fuerte ola de contagios por la variante Ómicron del coronavirus y su sistema sanitario está dando los primeros síntomas de colapso total, con miles de sanitarios de baja por enfermedad y las plazas hospitalarias al límite.