Los socios de investidura de Pedro Sánchez, ERC, EH-Bildu, CUP y BNG han realizado una declaración conjunta en el Congreso de los Diputados para forzar al Gobierno a tramitar la reforma laboral como proyecto de ley para que así se puedan realizar cambios.
Representantes de las 4 formaciones han avanzado en la Cámara Baja su rechazo a la reforma laboral que el Ejecutivo ha acordado con la patronal y los sindicatos si se niega a negociar cambios. Ante este escenario han amenazado con no apoyar su convalidación en el Congreso, lo que implicaría que la reforma no superaría la votación parlamentaria ya que el PP y Vox votarían también en contra.
El Ejecutivo cuenta con los apoyos del bloque de la investidura para sacar adelante el trámite, de hecho, esta misma mañana Yolanda Díaz ha abogado por los apoyos progresistas y el rechazo de partidos como Ciudadanos, aunque desde el PSOE sí defienden que la formación naranja les brinde su apoyo.
Las 4 formaciones mencionadas han resaltado que el texto rubricado por Gobierno, sindicatos y patronal "no constituye la derogación de la reforma laboral de 2012" y es necesario introducir cambios que mejoren los derechos laborales de los trabajadores, pues han considerado que las medidas contempladas en la reforma actual son "totalmente insuficientes".
Trámite como Proyecto de Ley
Han instado al Ejecutivo a que tramite la reforma como Proyecto de Ley, una fórmula que permitiría que, si la votación en el Congreso sale favorable, se pudiesen modificar ciertos aspectos, mientras que si no se tramita de esta forma no cabe modificación ninguna del texto.
Han subrayado que todos tienen una "absoluta y sincera voluntad de abrir un proceso de diálogo y negociación" con el Gobierno para poder alcanzar una reforma laboral "ambiciosa", pero si se niegan, amenazan con votar 'no'.
El único partido que ha sido menos tajante en este sentido ha sido ERC, que no ha cerrado la puerta del todo a un voto positivo, pero ha insistido en que son necesarios "cambios sustanciales".
Si (
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