www.diariocritico.com
Crítica de la película 'Belfast': la infancia (y el ego) de Kenneth Branagh
Ampliar

Crítica de la película 'Belfast': la infancia (y el ego) de Kenneth Branagh

viernes 28 de enero de 2022, 11:45h

Kenneth Branagh ama el cine y las películas, el protagonista de 'Belfast', la versión idealizada de Branagh, también ama las películas, resultaría normal que fuera fácil amar a esta película sobre un joven amante de las películas que se terminó convirtiendo en un prestigioso actor y director de cine, pero no lo es, y no lo es porque es demasiado evidente que esta es una película sobre un amante de las películas, más que el recuerdo de una vida realmente vivida.

Es fácil ver las influencias, 'Los 400 golpes', 'Amarcord', 'Días de Radio', 'American Graffity' o más recientemente 'Roma' o 'La mano de Dios', la mayoría de los directores han mirado a su propia niñez/adolescencia en algún momento de su carrera, nada de malo tiene que Branagh también lo haga, lo que pasa es que lo que debería ser totalmente personal aquí no lo parece, sino más una colección de guiños hacia otras películas, el momento 'Solo ante el peligro' es ele ejemplo perfecto de todos ellos. No hay nada que nos suene nuevo en la experiencia de Branagh y eso que el contexto histórico no puede ser de mayor interés, el comienzo del enfrentamiento entre católicos y protestantes en Irlanda del Norte.

Y es que, por ejemplo, cuando, en 'Amarcord', Fellini explica, a su manera, su tremenda obsesión por los pechos enormes, uno ve algo que le ha marcado, una experiencia totalmente personal, en cambio cuando Branagh se saca a sí mismo leyendo un tebeo de 'Thor', lo que parece es una justificación del Branagh mayor sobre su discutida elección como director de una de las películas de Marvel. Es una muestra más de su inflado ego, ese mismo que le lleva a tener un padre que es el equivalente de Cary Grant, una madre que podría rivalizar en belleza con Rachel Welch, unos abuelos que son el colmo de la sabiduría y el cariño, y un hermano mayor que solo aparece para equilibrar los encuadres en los que aparece él con sus padres.

Pero, no me entiendan mal, que esto no sea una obra maestra tampoco quita para que sea una mala película, es lo que en EEUU se conoce como un 'crowd-pleaser', una de esas películas hechas para satisfacer al público, lograr que suelten una lágrima y luego una sonrisa, pasen un buen rato y se vayan a su casa contentos pensando en cualquier otra cosa menos en lo que acaban de ver. También tiene su arte, lo que pasa es que, cuando estás entregando la que debería ser la más personal de tus películas, no se debería notar tanto tu intento de satisfacer a la audiencia, sino más bien de tratar de entenderte a ti mismo.

Aun así la mano de Branagh se nota, para bien, en la dirección de actores, todos están estupendos, desde esos padres idealizados, interpretados por Caitriona Balfe y Jamie Dornan, a los abuelos interpretados por dos gigantes de eso de la interpretación como Judi Dench y Ciarán Hinds, también logra una actuación muy natural del joven Jude Hill, lo que tiene más mérito que lograrlo con Dench o Hinds.

Pero lo malo es que esta película debería exudar la emoción que uno siente al mirar atrás y no lo hace, todo suena ya visto y oído, y Branagh no se moja para nada en el conflicto histórico y, lo que es más preocupante, en el personal. Parece tan preocupado por entretener y emocionar al público que se olvida de indagar realmente en esos recuerdos, en removerse a sí mismo. Al final queda un bonito álbum de fotos, con una bonita (e impersonal) colección de canciones de Van Morrison, pero fracasa como obra personal definitoria.

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
0 comentarios