El PSOE y el PP mantienen su cruce de reproches por la votación de la reforma laboral

La reforma laboral estaba llamada a ser la noticia de la semana por su aprobación en el Congreso, pero lo que nadie esperaba era que más allá del contenido de la norma, la polémica girase en torno al proceso de votación. Y es que el Gobierno llegó al debate con los apoyos justos para que la iniciativa saliera adelante, pero los dos diputados de UPN se saltaron la disciplina de voto marcada por la dirección, y de no ser por el error de un diputado del PP, la reforma laboral habría quedado derogada. Desde entonces, el PSOE y el PP mantienen una 'guerra abierta' con un cruce de reproches que no cesa.

El pasado jueves, el Congreso dio luz verde a la reforma laboral con 175 'síes' frente a 174 votos en contra, una victoria por la mínima, que quedó empañada por el voto de un diputado del PP, Alberto Casero, que ejerció su voto de forma telemática pero se personó en la Cámara baja. El partido de Pablo Casado comenzó atribuyendo a un error informático el voto favorable de su diputado y llegó a hablar de "pucherazo" y a acusar de "prevaricación" a la presidenta del Congreso, Meritxell Batet. Sin embargo, no es la primera vez que ocurre algo similar en una votación, y en anteriores ocasiones no se ha permitido modificar el voto a quienes se han equivocado.

El Congreso vivió uno de sus momentos más surrealistas durante la votación, ya que en un primer momento, Batet dio por derogada la reforma laboral en un lapsus, y la euforia se desató en la bancada del PP y Vox. Pero segundos después, tras ser corregida por los letrados de la Cámara, la presidenta proclamó la aprobación de la norma, de forma que la euforia se trasladó a los escaños del Gobierno.

El lío se formó después de que los dos diputados de UPN decidiesen cambiar el sentido de su voto, en contra del criterio de la dirección del partido, lo que hubiera provocado el fracaso de la reforma, de no ser por el error del diputado 'popular'. Según se ha podido comprobar en las actas de votación, Casero se equivocó en esta votación, así como en una moción de su partido para deslegitimar al Gobierno.

Cruce de reproches entre el PSOE y el PP por la votación en el Congreso

Aunque las protestas del PP no han surtido efecto, continúa el intercambio de reproches entre el PSOE y el principal partido de la oposición.

El secretario general del PP, Teodoro García Egea se ha preguntado "si merece la pena basar la contrarreforma laboral en una votación dudosa con más votos reales en contra que a favor", ya que esta iniciativa "ha salido adelante con trampas y faltando al procedimiento evidente en cuanto a la tramitación de los votos".

Egea ha afeado a la presidenta del Congreso que "ni cumpliera los trámites que se exigen para el voto telemático, ni atendiera los derechos de un diputado", y ha afirmado que Batet "se comportó como un militante del PSOE y no como presidenta de todos los diputados".

"Sánchez fracasa en el intento de imponer la reforma. Ha fracasado y sus socios han fracasado; un Gobierno que no cumple el Reglamento, que se dedica a indultar a los que incumplen la ley y que respalda a una presidenta del Congreso que también ignora el Reglamento no merece el apoyo de los españoles", ha denunciado el 'popular'.

Sus críticas se han topado con la respuesta del ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, que ha acusado al partido de Casado de "enredar" con la reforma laboral, al pretender "tener un trato privilegiado que no ha tenido nadie en 45 años".

"¿De qué se reían y qué aplaudían los diputados de la derecha y la ultraderecha cuando pensaron que no se convalidaba? ¿De bajar el sueldo 315 euros a un jardinero? Es una reforma laboral importantísima para nuestro país que supone fondos europeos para España y es un hito que ha cumplido el Gobierno", ha proclamado Bolaños.

El ministro ha recriminado al PP que "la única ley que le gusta cumplir es la del embudo, la parte ancha para ellos y la estrecha para los demás", al tiempo que ha instado al partido a reconocer que se produjo un fallo humano en la votación.