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No creo en los partidos políticos, solo creo en los militares

viernes 11 de febrero de 2022, 15:30h

Fue una magnífica conferencia la del P. Luis Ugalde este miércoles en la Fundación Sabino Arana. Didáctica, clara, con testimonios directos sobre Chávez, Caldera, Petkoff, militares, Guaidó a los que el P. Ugalde ha conocido o conoce. Se ciñó a la hora y contestó media hora preguntas de todo tipo. Empezó diciendo que no tenía el monopolio de la verdad y terminó pidiendo hacer política para lograr una reconciliación y pasar página. Se entendió lo que dijo. La sala estuvo llena, cosa no frecuente.

Estuvo el rector de la Universidad de Deusto José María Gibert, el vicedecano de económicas de Sarriko, Jon Txarterina, profesionales, vasco venezolanos, el representante del exilio cubano, personas de todo tipo. No le vi al jefe de internacional de ETB al que creo le hubiera interesado enterarse de que va una situación internacional geoestratégica, no todo es medio oriente, contada por un protagonista. Ni alusión en los informativos, ni entrevista, ni presencia. Es lo que hay. Muy poco periodismo.

Fue muy gráfica la explicación del P. Ugalde sobre el concepto de economía que tenía Chávez con su “exprópiese” o cuando tras entregarle un informe hecho por los jesuitas sobre la pobreza y entregarle dicho estudio en el Palacio de Miraflores le dijo lo que llevo al título de este post. El militar no creía en la democracia sino en sus fuente de poder, es decir, la la fuerza. La última ratio de los reyes son los cañones y de ese Paraíso solo se puede salir emigrando. Es el gran fracaso de una revolución bolivariana que en su golpe de estado de hace treinta años, entre otros, mató a Gaizka Etxearte el hijo del Delegado del Gobierno Vasco.

El jesuita bergarés dijo que los tres enemigos de la revolución han sido y son la propiedad privada, el capitalismo, los partidos y el Imperio. Recetas cubanas aplicadas a un país que es rico en sus habitantes pero que hoy solo produce miseria. Habló asimismo del tristísimo papel jugado por José Luis Rodríguez Zapatero. Tristísimo papel. Fue benévolo.

La presentación, además de hecha al principio por la presidenta del Fundación Mireia Zarate, la hizo Amaia Fano, graduada en la Universidad Católica de Caracas cuando el P. Ugalde era el Rector y fue quien le dio el diploma. Trabajó muchos años en Deia haciendo entrevistas para la contraportada de este periódico con mucha agudeza. Hoy es la vicedecana del Colegio de periodistas e hizo una magnífica presentación del P. Ugalde sobre su trayectoria y sobre la situación dramática que vive Venezuela.

Amaia ha escrito un resumen de la conferencia que transcribo a continuación. Es este:

“Gracias a la invitación de la Sabino Arana Fundazioa, tuve ayer el privilegio de presentar la conferencia de Luis Ugalde S.J., rector de la Universidad Católica Andrés Bello #UCAB durante cinco mandatos consecutivos y una de las voces más autorizadas y respetadas de todas las que se pronuncian acerca de la complicada situación sociopolítica que vive Venezuela. Un país que se enfrenta a una gran encrucijada, ahora que han transcurrido ya 30 años del primer intento de golpe de estado del teniente coronel Hugo Chávez Frías en contra del gobierno democráticamente electo de Carlos Andrés Pérez y la indignación popular frente a la dictadura de Nicolás Maduro -heredero del chavismo- (y su lugarteniente, Diosdado Cabello) empieza a hacerse notar, siendo más del 80% los venezolanos que repudian el régimen.

Durante más de hora y media, el P. Ugalde hizo un cumplido repaso a los principales acontecimientos que han marcado en este tiempo la vida y la política venezolanas, contando jugosas anécdotas, como su primer encuentro con Hugo Chávez en el Palacio de Miraflores, siendo este ya Presidente de la refundada “República Bolivariana”, y le dijo aquello de “yo no creo en los partidos políticos, solo creo en los militares”, desvelándole su deseo utópico de “inventar una nueva economía”, lo que en la práctica se tradujo en el “¡Exprópiese!” y en un intento de acabar con la empresa privada generadora de riqueza pues, en su opinión, “la primera mentira que se dice respecto a Venezuela es que se trata de un país riquísimo” debido a su gran reserva de recursos naturales, cuando “el concepto de riqueza, tal y como explicó Adam Smith hace 250 años, se refiere a la cantidad de bienes que pueden producir el conjunto de las personas de un territorio gracias a su trabajo” y cabe recordar que Venezuela vio reducido su PIB un 75% en cuatro años, durante el chavismo.

“Para Chávez, la productividad era una palabra neoliberal y la ganancia un mal” explicó Ugalde, asegurando que su primer gobierno se benefició de las mieles de un elevado precio del barril de petróleo -principal fuente de ingresos del país- y, en lugar de “sembrarlo”, como recomendaba el Dr. Arturo Uslar Pietri -insigne intelectual y ensayista venezolano- invirtiendo en la industria de explotación y procesamiento de ese y de otros recursos minerales, como el gas, el hierro o el aluminio, decidió repartir parte de los beneficios de su exportación entre las clases populares para asegurarse su respaldo. Una situación que dio un vuelto absoluto cuando, con el transcurrir de los años, el precio de barril se desplomó y, su heredero, Nicolás Maduro, tuvo que enfrentarse a la triste realidad de una economía desmantelada y en ruinas.

“Hasta Rusia y China se han dado cuenta de que eso es insostenible y son hoy países comunistas con una economía capitalista. Chávez nunca lo entendió. Prefirió el modelo cubano”, recordó el P. Ugalde quien a pesar de la difícil situación que se le plantea a Venezuela -con seis millones de venezolanos que decidieron “huir del paraíso” prometido y otros tantos que desean hacerlo-, quiso lanzar un mensaje de esperanza, desvelando que, en la actualidad, existen agentes sociales que están llevando a cabo una discreta labor de mediación entre las fuerzas opositoras al régimen (enfrentadas y desarticuladas por intereses partidistas) e incluso gente desencantada del chavismo, para alcanzar un grado suficiente de consenso en atención a la emergencia humanitaria que vive el país y a la creciente indignación de los venezolanos, “un factor político fundamental” a atesorar -como hizo el propio Chávez en su día aprovechándose del descontento popular frente a la corrupción de los partidos políticos y gobiernos democráticos que le precedieron- que permita la formación de una alternativa sólida de gobierno que bien podría llamarse “Unidad de Salvación Nacional”.

"Tenemos que promover la unión y, para la reconstrucción nacional, es imprescindible el apoyo internacional y la reconciliación, que también recoja a millones de chavistas", concluyó. #SICDigital #CentroGumilla

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