www.diariocritico.com

Fotografías

jueves 10 de marzo de 2022, 16:29h

¿Una imagen vale más que mil palabras? ¿Una palabra vale más que mil imágenes?

Cómo, porqué, paraqué y quien mide-pesa-valora la auténtica dimensión de una imagen, de una palabra, de una…

En general, son interrogantes sin respuestas certeras… aunque haya alguna que otra imagen-palabra redondas y rotundas.

Además, casi todas las imágenes tienen varias visiones y casi todas las palabras tienen varias lecturas. En todos o en casi todos esos casos-cosas, antes de preguntar-responder con más-menos precisión habría que empezar con argumentos-opiniones-prólogos donde aparezca la palabra, “depende”.

Hay fotografías-imágenes imprescindibles para hacernos un mínimo lugar de composición respecto a circunstancias, a instantes, a acontecimientos excepcionales-extremos-puntuales, a épocas… que no fuimos testigos directos. Imágenes que se complementan con la literatura, la pintura, etc., para intentar averiguar verdades, para descifrar de adonde venimos y hacia a donde vamos, para caminar-llegar a ¿algo mejor?, ¿a más de lo mismo?, ¿a ninguna-peor meta-parte?

La historia, en lo fundamental, y hasta hace poco tiempo, está fotografiada-pintada-narrada por “artistas-artesanos” a las órdenes sesgadas de los poderosos. Es decir, solo conocemos a medias o menos… la completa y verdadera historia de La Humanidad.

La media historia más-menos conocida en más-menos profundidad, es la repetición de sí misma a través de siglos-milenios. Sí hay éxitos en su trayecto… hay éxitos en la misma o inferior proporción que hay fracasos.

Cuando solo triunfan uno-unos más-menos enteros, ¿los otros colegas-participantes son perdedores eternos?

Afortunadamente, nada ni nadie ha sido-es-será un eterno triunfador. Comprensión y humildad son los principales componentes-dosis del sentido común…dosis que necesitan los triunfadores más-menos azarosos, efímeros, triunfalistas, frívolos, oportunistas, suertudos e incluso merecedores… con los perdedores, que pronto-tarde también serán vencedores a través de sí mismos o de sus descendientes.

Ningún ganador y sus circunstancias, ningún perdedor y sus circunstancias son fijos para y por los siglos de los siglos. Es correcto saborear éxitos… pero con más mesuras que locuras.

Ganar-perder en esto, en lo otro, en todo-casi todo, solo tendría que servir para juegos lúcidos, para darnos lecciones de compartir, para pasar ratos de ocio-recreo… sin que se conviertan en retos de negocios obligados, en medidas radicales, y con medios desiguales en desenlaces tan rápidos como dudosos-frustrantes.

Hay fotografías-documentos-imágenes de triunfadores que tienen parecida jeta-gesta-gesto-sensación que la de los perdedores. El sistema, este sistema de pobreza-riqueza sin límites… sobre valora a los triunfadores e infravalora a los perdedores.

No puedo evitar, ni evitaré, que la competitividad por la competitividad sin pesar-medir-valorar consecuencias competentes, me produce rechazo, repelús, remordimientos. El objetivo último de la competitividad es la derrota-destrucción-humillación del contrario. La competitividad es la negación de la compasión, de la cooperación, de la solidaridad, de la justicia real y social.

Repito, mañana, el hijo-nieto del perdedor puede ganar al hijo-nieto del triunfador de ayer y de hoy. Que pulso más cansado-cansino… pulso que en lo esencial es de cuarta-quinta división.

Hay que ser más cabales, más comedidos, y no sé si también indiferentes respeto a triunfadores-perdedores de ocasión-rotación.

No miro-veo, ni me interesan fotografías donde los pringados hacen la ola a privilegiados pringosos. ¡Pobrecillos de ciencia-conciencia unos y otros!

En realidad la competitividad es la suma de cuentas-cuentos rentables para que las elites-organizadores-patrocinadores sigan en el machito… a cambio de burlar-distraer al personal con auténticos-urgentes problemas por solventar-resolver.

En la portada del día 8/3/ 2022 en el periódico 20 MINUTOS, veo-observo una fotografía con aglomeraciones de personas cruzando-pasando, o a punto de cruzar-pasar, por un deteriorado y peligrosísimo puentecillo ucraniano. El titular exacto es… EL “PUENTE” DE IRPIN: CRUZANDO A LA SALVACIÓN.

IRPIN, es-será un pasaje, paraje, paisaje o puente de Ucrania pero nuestros diccionarios no los mencionan.

Continuará…

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
0 comentarios