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Critica de la obra de teatro '1888. Señorita Julia': el mundo visto desde aquí arriba

Critica de la obra de teatro '1888. Señorita Julia': el mundo visto desde aquí arriba

viernes 18 de marzo de 2022, 13:47h

La irrefrenable pasión erótica que vive Julia, una joven aristócrata sueca, con Juan, su criado, en la noche de San Juan es la fábula que se cuenta en La señorita Julia, probablemente la obra de August Strindberg más representada en el mundo. Ahora una excelente adaptación acaba de estrenarse el jueves pasado en la Sala Off de La Latina de la mano de la compañía gallega Estudo Momento, que es tanto como decir Iria Ares y Xoan Carlos Mejuto, bajo el título ‘1888. Señorita Julia’.

La obra de Strindberg hería los valores morales de la sociedad del siglo XIX con los que el autor tuvo una actitud nada comprensiva ni benevolente. El número que encabeza la adaptación de Xoan Carlos Mejuto (1888), corresponde al año en el que se escribió la obra de Strindberg, justamente cuando el autor sueco se hallaba en Dinamarca. Han pasado, pues, 134 años desde su publicación y la obra sigue representándose en todo el mundo, entre otras cosas, porque su vigencia sigue siendo clara. No está nada bien visto que alguien de una escala social elevada se empareje con otra persona de extracto social bajo. Los recelos, las habladurías, los roces, la desconfianza, la prepotencia y el rencor suelen anidar en una u otra parte de la pareja, cuando no en las dos, y eso hace muy complicada su estabilidad. Y por si eso solo no bastara, el entorno social de los amantes tampoco encaja muy deportivamente pasiones tan enardecidas como asimétricas.

Mal acogida en su tiempo tanto por la crítica como por el público, su representación exige una entrega actoral absoluta porque los conflictos entre los personajes son constantes y están llenos de contradicciones por ambas partes, la del ama y la del lacayo: “…Un criado siempre será un criado”, le dice Julia a Juan en uno de sus tensos episodios de tanteo, a lo que Juan responde que “una puta siempre será una puta”.

En la versión de Mejuto, el criado aparece en solitario confesando las circunstancias que llevaron al trágico desenlace de Julia dirigiéndose directamente al público. En realidad, esa confesión la hace ante las autoridades policiales que están investigando las oscuras circunstancias en las que la señorita acabó perdiendo la vida.

A pesar de que este era el estreno de la obra en castellano -‘1888. Señorita Julia’ lleva ya representándose algún tiempo en tierras gallegas, pero en el idioma vernáculo de los dos actores-, la función salió rodada y resulta delicioso disfrutar de la transformación que se produce en el ánimo de la Señorita Julia, primero encaprichada de su sirviente, jugando con él y despreciándolo en la misma medida, frente al respeto reverencial de este tanto hacia el señor Conde como hacia Julia, su hija.

Aunque Juan está secretamente enamorado de Julia desde hace años, son los extraños espíritus que se adueñan de la noche de San Juan los que hacen posible que las pasiones se desaten entre ama y lacayo, empapados en efluvios de atracción animal y alcohol, alegres cantos del pueblo y la ausencia del señor Conde que propician el inevitable encuentro. Al final, sin embargo, se vuelven las tornas entre ambos y la pasión -más que el amor-, domina a la mujer mientras el hombre, ya casi olvidado de su inferior condición social, disfruta sabiéndose dominador en la relación y acariciando y temiendo en la misma medida la transgresión consumada por los dos.

Brillantes Iria Ares y Xoan Carlos Mejuto en sus papeles respectivos, en esos tránsitos de carácter tan complicado y tan sutiles que tienen que materializar ante los ojos y los oídos de los espectadores situados a muy pocos metros de distancia, dadas las pequeñas dimensiones de la sala del Off de La Latina.

La estupenda factura de la propuesta luce menos precisamente por las aún más escasas dimensiones del escenario ya que la obra exige distancias físicas mayores entre los dos personajes que acrecienten sus frecuentes diatribas y vaivenes emocionales provocados por la conciencia de los dos amantes de estar transgrediendo todas las normas éticas, morales y, sobre todo, sociales de la época.

La escenografía sitúa la acción en la cocina del caserón palaciego del señor Conde. Mesas y sillas metálicas, cerveza y vino en abundancia y pasión, mucha pasión, que ciega el entendimiento de los amantes y los lleva a un callejón sin salida que consuma la tragedia, no por esperada menos épica. Muy interesante.

‘1888. Señorita Julia’

A partir de La señorita Julia, de August Strindberg

Autor-Adaptación: Xoán C. Mejuto

Dirección: Xoán C. Mejuto

Intérpretes: Iria Ares y Xoán Carlos Mejuto

Compañía: Estudo Momento

Sala Off de La Latina, Madrid

Todos los jueves, hasta el 8 de abril de 2022

José-Miguel Vila

Columnista y crítico teatral

Periodista desde hace más de 4 décadas, ensayista y crítico de Artes Escénicas, José-Miguel Vila ha trabajado en todas las áreas de la comunicación (prensa, agencias, radio, TV y direcciones de comunicación). Es autor de Con otra mirada (2003), Mujeres del mundo (2005), Prostitución: Vidas quebradas (2008), Dios, ahora (2010), Modas infames (2013), Ucrania frente a Putin (2015), Teatro a ciegas (2017), Cuarenta años de cultura en la España democrática 1977/2017 (2017), Del Rey abajo, cualquiera (2018), En primera fila (2020), Antología de soledades (2022), Putin contra Ucrania y Occidente (2022), Sanchismo, mentiras e ingeniería social (2022), y Territorios escénicos (2023)

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