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El sector hostelero, preocupado por la subida de precios: 'Nos comen los gastos'
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(Foto: Chema Barroso / MDO)

El sector hostelero, preocupado por la subida de precios: "Nos comen los gastos"

domingo 20 de marzo de 2022, 09:54h

En las últimas semanas, los precios de productos como el aceite, y especialmente de los suministros de luz y gas, preocupan a una sociedad ya afectada por la crisis económica que ha dejado la pandemia y a la que se ahora se suma la de la guerra de Ucrania.

La hostelería es uno de los sectores más perjudicados al depender en gran medida de productos amenazados por el desabastecimiento y la tendencia al alza de los precios de los suministros.

Los precios suben, las ventas bajan y nuestro margen se reduce y esto puede acabar en el fracaso de la empresa”, explica con desazón José Agra Blanco, dueño de tres restaurantes en el sur de la Comunidad de Madrid.

Para el hostelero la situación previa al Covid nunca se recuperó, y ahora con la guerra es aún peor. Sin embargo, José asegura que la subida de precios es previa a la invasión de Rusia a Ucrania: “Seguimos teniendo gente, no tanto grupos, más bien gente individual, vamos aguantando pero no es igual que antes”.

Esto viene de hace tiempo, no tiene nada que ver con la guerra. Ahora es peor porque se incrementa. Cuando te quieres dar cuenta te ha subido dos euros un producto sin haber aumentado el precio. Y cuando lo haces, vendes menos lo que implica más pérdida todavía”, relata Agra sobre la situación actual que sufren la mayoría de bares y restaurantes.

Supermercado sin aceite de girasol (Foto: Chema Barroso)

Según una encuesta realizada por Hostelería Madrid, el 85 % de los negocios madrileños del sector se han visto afectados por la subida de precios del aceite de girasol y el 72 % aprecia subida en otros productos como consecuencia. “Antes pagábamos el litro a 1,35 euros y en poco tiempo está entorno a 2,10 euros”, cuenta José Agra.

De acuerdo con la asociación hostelera, el 40% de los encuestados ha notado un aumento de entre 15 y 35% en los gastos. En cuanto al periodo de subida de precios, más de la mitad (53 %) asegura que se ha producido en las ultimas dos y tres semanas, coincidiendo así con el periodo de la guerra de Ucrania. Mientras que un 31% lo achaca desde hace un mes.

"En estos momentos no hay problemas de desabastecimiento"

A pesar de la subida de los precios y la preocupación creciente tanto por consumidores como empresas, desde la Confederación de Consumidores y Usuarios (CECU) llaman a la “calma y el consumo responsable”. “En estos momentos no hay problemas de desabastecimiento de aceite de girasol. Es verdad que uno de los principales países de origen de este producto es Ucrania, pero también se buscan otros posibles países proveedores”, afirma el presidente de la Confederación, Fernando Moner.

Para Moner, la limitación de la venta diaria impuesta desde los supermercados ha sido clave para evitar problemas de desabastecimiento: "Había grupos de intermediarios haciendo acopio para posiblemente venderlo posteriormente a precios más alto”.

“Debemos dar el mensaje a los consumidores de que, primero, no va a haber desabastecimiento. Segundo, debemos seguir con nuestros ritmos y hábitos normales. Tercero, todo dependerá de cómo vaya la invasión y de si encontramos proveedores que generen más oferta”, explican desde la CECU ante el aumento de la preocupación.

Desde colectivo de consumidores consideran clave el consumo racional y responsable así como no hacer acopio de aceite de girasol. Lo que sí reconoce el presidente de la CECU es el aumento del precio provocado por la alta demanda que se ha multiplicado. Una situación que también repercute en el incremento del precio del aceite de oliva: “Si somos consecuentes y volvemos a un ritmo normal de compra, posiblemente el precio volverá a un nivel normal”.

Las churrerías, negocios perjudicados

El sector hostelero se ha visto especialmente perjudicado por la subida del aceite de girasol, pero existen establecimientos cuya dependencia de este producto es aún mayor. Es el caso de la churrerías y chocolaterías: “El 80 % de nuestro producto está basado en la harina y en el aceite de girasol. Hemos notado en el último mes cerca de un 70 % y ahora el miedo al desabastecimiento”, cuenta el encargado de la Churrería San Ginés, Daniel Real.

Churros con chocolate en San Ginés (Foto: Kike Rincón)

Ucrania además de ser principal productor de aceite de girasol también lo es de harina, dos productos imprescindibles en la elaboración de los churros. Daniel Real agradece haber realizado una gran compra hace meses ya que esto les permite mantenerse por el momento. Sin embargo, las existencias se reducen con rapidez: la churrería San Ginés consume 175 litros de aceite de girasol cada día.

"El 80% de nuestro producto se basa en la harina y en el aceite de girasol"

“Ahora mismo estamos realizando pruebas internas con otros tipos de aceite, como el de soja. Para, en caso de desabastecimiento, tener sustitutivo”, cuenta el maestro churrero. Por el momento, este local no tiene previsto subir los precios, aunque asegura que ya ganan “unos márgenes muy ajustados”.

El encargado de otra churrería del centro de Madrid también muestra su preocupación ante la subida de precios: “Nuestros proveedores se están quedando sin aceite, lo compran más caro y eso nos repercute a nosotros. Afecta al producto que se encarece, pero tampoco podemos subirlo demasiado”. Ambos gerentes coinciden en que la subida no superaría los 20 céntimos por ración de churros.

Incertidumbre ante una situación económica cambiante

“Una de dos, no subes los precios pero te van comiendo los gastos, o los subes y pierdes clientela. ¿Cómo lo pones en una balanza para no afectar a tus clientes pero seguir con el negocio?”, explica el encargado de la churrería preocupado por el devenir de los acontecimientos.

La incertidumbre es la mayor inquietud en el día a día de los hosteleros. Los precios cambian y les impide hacer previsiones para garantizar las reservas. Al aumento del precio del girasol, se suma el alto precio de la luz, el gas y los combustibles, lo que para muchos se convierte en el principal problema.

Una subida en los precios que afecta ya a la economía en su conjunto. “Tenemos un IPC del 7 % y con progresión ascendente. Un nivel de presión sobre los precios y el poder adquisitivo de las familias que no hemos tenido antes”, explican desde la Confederación de Consumidores y Usuarios (CECU).

La economía se encuentra en un momento clave que puede derivar en un periodo de inflación o en conseguir revertir esta tendencia. “Estamos en el momento de caminar hacia un lado u otro. Todo dependerá de nuestro comportamiento, de la guerra y las decisiones del Gobierno”.

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