Este domingo 27 de marzo los europeos han dormido una hora menos. A las 2 de la madrugada los relojes se han adelantado una hora hasta marcar las 3 para cumplir con el horario de verano después de la llegada de la primavera el pasado día 20.
Los 27 países de la Unión Europea han adaptado sus relojes al nuevo horario, sin excepción, para cumplir con la Directiva Europea 2000/84/CE. Es una medida obligatoria para todos los países miembros que se produce siempre en las mismas fechas y horas del conjunto de la UE.
¿Desde cuándo y por qué se cambia la hora?
El primer cambio en Europa data de 1916, cuando Alemania y Austria decidieron cambiar sus relojes para ahorrar energía. En España no se produjo esto hasta 1918 para ahorrar carbón. Los relojes se iban cambiando pero sin un modelo fijo, incluso no se cambiaba la hora en todo el país por igual. De hecho, entre 1950 y 1973 se dejó de lado esta práctica.
No fue hasta 1974, con la crisis del petróleo, cuando se adaptaron los horarios como hoy los conocemos. Dicha crisis no solo afectó a España, sino a varios países, y se decidió implementar este modelo de cambiar la hora 2 veces al año.
Varios estudios indican que es perjudicial
Aunque cambiar los relojes 2 veces al año ayuda a ahorrar energía, los cambios de horario también tienen implicaciones en la salud según han demostrado diversos estudios. Al no encontrarse el horario adaptado a la hora solar real, se producen desajustes en el reloj interno de las personas, lo que puede conllevar a diversos trastornos.
En 2018 la UE planteó la eliminación del cambio de hora y se inició un proceso para que los países que lo deseasen pudieran eliminarlo en 2019, pero finalmente decidieron que era una medida algo prematura y se pospuso el asunto.
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