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Jordi Bosch y Jordi Boixaderas bordan sus papeles en 'Final de partida', una obra que cobra la actualidad tras la pandemia
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Jordi Bosch y Jordi Boixaderas bordan sus papeles en 'Final de partida', una obra que cobra la actualidad tras la pandemia

martes 29 de marzo de 2022, 18:56h
Gran y atractivo espectáculo en el Teatro Romea de Barcelona, “Final de partida”, una de las obra emblemáticas de Samuel Beckett, que escribió en 1957, pero que cobra actualidad ya que el 'leiv motiv' parte de dos personajes encerrados en un lugar agónico y asfixiante, con dos ventanas. Uno Hamm (Jordi Bosch) es ciego y paralitico. El otro Clovque es su “siervo”(Jordi Boixaderas) anda pero cojeando, y no se puede sentar. A partir de ahí un planteamiento que pasa por el absurdo, y el tamiz del humor, provocando hilaridad en muchos momentos.

Hay otros dos personajes: los padres de los citados, que están encerrados en sendos cubos de basura (y sin piernas): Nell (Margarida Minguillón) y Nagg (Jordi Banacolocha) que contribuyen eficazmente a construir ese teatro del absurdo, y simbolizan el apartamiento en que los viejos están tratados en nuestra sociedad...Podría decirse que el dramaturgo irlandés Beckett era un visionario, puesto que ya preveía un escenario apocalíptico, como el que ha propiciado la pandemia.

Y el director y traductor del texto, Sergi Belbel tradujo precisamente durante el primer confinamiento, donde sólo veía la calle a través de una ventana de su casa. En el escenario de esta obra hay dos ventanas donde, presumiblemente, no hay apenas mundo fuera, aunque el personaje de Hamm imagina océanos y personas que se acercan a esa “cárcel en potencia”. Además está el tema de la dialéctica de Heggel del “amo y esclavo”, donde ambos se necesitan mutuamente. Bosch está inmejorable en su papel de “gobernante déspota”, que desea a sus cercanos a su entera disposición y sujetos a caprichos. El criado amenaza con marcharse, pero mentalmente depende de su amo…

Retorno

Bosch y Boixaderas habían coincidido en diversas obras y dirigidos también por Belbel en un arrollador éxito “El crédit”, y el segundo retorna a los escenarios tras cinco años sin hacer teatro. Curiosamente, ya habían trabajado con la tristemente fallecida Rosa Novell (que les dirigió en idéntica obra en el 2005), pero tan sólo pudieron actuar en cinco funciones, durante el Teatre Grec. Y a ella le dedican la representación. Beckett auguraba el fin del mundo en 1.957. Y lo cierto es que los cuatro personajes no ven salida a su angustiosa situación.

No obstante, como dijo Margarida Minguillón en la presentación “no hay cosa tan divertida como la infelicidad”.Y los cuatro personajes saben sacarle el punto de vista humorístico a su kafkiana y angustiosa situación. Cada día es idéntico al anterior y no tienen futuro, pero se distraen...No en vano, el teatro de Beckett es más proclive a la repetición que al imprevisto.

Y Belbel es fiel al espíritu de la obra, hasta el punto de que ensayaba con una libreta que contenía apunte del dramaturgo. Además sabe conectar con el espectador, aplicando la dosis precisas de comedia. Los diálogos son escuetos, y los actores alargan algunas frases que en ocasiones tienen doble intención.

Los dos personajes que encarnan Jordi Bosch y Jordi Boixaderas son consumados maestros de la interpretación, con múltiples registros, y saben tocar la tecla de la entonación, la actitud y el gesto. Son personas resignadas que habitan un tiempo indefinido, que podría situarse en cualquier momento de la historia, incluida la actual..

La obra permanecerá en la cartelera del Teatro Romea hasta el domingo 24 de abril, en funciones de martes a domingo.

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