EducaZión

Desde hace dos años lo de “no levantar cabeza” es nuestra frase de cabecera…

No nos falta de nada: pandemia, heladas, volcanes, crisis social, sanitaria, humanitaria, económica, desabastecimiento y hasta una guerra. Nuestros mayores ya no nos podrán contar lo de antes porque a este paso, les vamos a ganar con lo de ahora y con lo que viene… lo malo es que ellos sufrieron lo suyo y lo nuestro.

Entre el pasado y el futuro está el presente, del que son protagonistas principales una generación que va de crisis en crisis que saben lo que es vivir confinados y que previamente ya vivían aislados tras una pantalla, la Generación Z. La están definiendo como deprimida y la principal causa de muerte entre ellos en 2020 fue el suicidio. Una generación digital acostumbrada a levantarse con una mala noticia y acostarse con una peor y que además, sufren las reformas constantes de una Ley de Educación con nombres imposibles que les aleja de cualquier motivación porque para ella no existe ni el esfuerzo ni la meritocracia.

Tenemos la mayor tasa de repetidores de la OCDE y en lugar de plantearse por qué, deciden quitar el límite de suspensos para pasar de curso. Ya no se puede corregir en rojo y se acabaron las notas numéricas, los del 0 lo agradecerán, pero… ¿qué pasa con los del 10? Ya no se hablará de la Conquista de América ni de la Revolución Francesa y no tengo muy claro qué pasará con La Reconquista. Lo que se acaba es la enseñanza cronológica de la historia y sinceramente, no sé de qué otra manera se puede enseñar la historia.

Las matemáticas serán “inclusivas” y tendrán un sentido “sociafectivo”, a esto le pueden dar ustedes un pensamiento porque igual es una cosa buena y yo no lo entiendo, será porque soy de letras… La filosofía será optativa, o no, según las Comunidades Autónomas. Pero lo bueno es que quien no sabía ni lo que era la ha convertido en Trending Topic estos días, aunque haya sido en forma de hastag, al menos, ha suscitado interés hasta para quien en su vida había pasado el triple filtro socrático a lo que dicen y menos a lo que escriben… Y eso creo que es lo que ha sucedido con esta Reforma, que nadie se ha planteado lo de ¿Es verdadera? ¿Es buena? ¿Para qué sirve?

Ojalá y los que vienen nos sepan perdonar.