www.diariocritico.com
Crítica de la obra de teatro 'La Covancha': por los caminos de Swan (o de Maite)
(Foto: Luz Soria)

Crítica de la obra de teatro 'La Covancha': por los caminos de Swan (o de Maite)

martes 05 de abril de 2022, 11:26h

No pude dejar de pensar en Proust y su En busca del tiempo perdido, en el emocionante estreno de ‘La Covancha. Primer domingo de abril y a media mañana. El Umbral de Primavera –interesantísima la deriva programática, repito, que ha tomado la sala madrileña en los últimos dos años-, acoge esta propuesta de teatro de autoficción e inmersivo que firma Maite Barrera. Es, además, su primera creación dramática como directora y, si va a ser este el camino que va a transitar, le auguramos ya muchos aciertos.

Pero, ¿qué es eso de ‘La Covancha’? Pues se trata de uno de esos términos que suelen acuñarse en el ámbito familiar, que no recoge el diccionario de la RAE, ni FUNDEU, ni instituciones parecidas, pero que tienen un hondo significado para unos cuantos, los íntimos, la familia y apenas unos cuantos amigos escogidos. Con el término ‘covancha’, Maite Barrera y Jesús Barranco (artífices principales de una dramaturgia de creación colectiva), se alude a una hipotética -o real, ¡quién sabe!- casa de comidas heredada en cuyo recuerdo, aquí y ahora, entre los dos actores de la propuesta elaboran una receta familiar que comparten con el público: rosquillas.

Los alter ego de Barrera son Irene Serrano y Jesús Barranco. Para ser más precisos, Irene lo es de Maite, mientras que Jesús lo es de su Abuela. Es tan emocionante como sobrecogedor ver y escuchar a estos dos grandísimos actores revivir la infancia de la autora, su casa familiar, su pueblo, su iglesia, su plaza, sus rincones favoritos, las columnas de la plaza (Irene Serrano las evoca con tal fuerza que es imposible no verlas allí, en medio del Umbral…), o la losa de la plaza en donde siempre se paraba la protagonista cuando era niña. ¡Y qué decir de la Abuela! Escuchar a Jesús Barranco metido en la piel de esa mujer cuando, en su primera juventud, rememora el primer encuentro con el Abuelo, su primer baile, la mano en su cintura, los pasodobles al viento… Un momento estremecedor que Jesús borda y que transporta con él a las infancias de todos y cada uno de los espectadores matinales del Umbral.

Pero el trabajo de equipo se nota que está presente en la propuesta: la ayudantía de dirección y jefatura de producción de Rosel Murillo Lechuga; la asesoría de dramaturgia y dirección de Luis Sorolla; la escenografía y vestuario de Paola de Diego; la iluminación de Rocío Sánchez Prado; el espacio sonoro de Nacho Bilbao; el vídeo de Ales Alcalde; la fotografía de Luz Soria; la asesoría de [los números imaginarios] y la producción de la propia Mayte Barrera en colaboración con Bella Batalla.

Antes de la función, varios amigos de la autora “meten en harina” a los espectadores sentándolos alrededor de esas pequeñas mesitas que forman la antesala del teatro. Allí muestran a esos grupitos –conmigo lo hizo Luis Sorolla, otro estupendo joven dramaturgo y actor-, fotos familiares, entornos íntimos, ese instante que a uno no le hubiera gustado que acabase inmortalizado… Y, de paso, se invita al público a escribir en un pequeño papel algún recuerdo de infancia, que más tarde pasará también a formar parte de la dramaturgia de la función.

Una propuesta deliciosa, como las rosquillas que finalmente degustan al alimón directora, actores y equipo artístico con todos y cada uno de los espectadores que, aún absortos, transportados a la infancia y lamentando no haber abrazado más y dicho todavía más, y aún más intensamente, esos “te quiero, abuela” y que, tristemente, se han perdido ya por los siglos de los siglos.

Rosquillas, magdalenas, da lo mismo. Por el camino de Swan, o por el de Maite, Jesús y el resto del equipo, todos regresamos allí donde creemos tener el secreto de la felicidad, la infancia que alguna vez tuvimos y que estábamos locos por abandonar. ¡Craso error!, ¡estupenda propuesta! Más que imprescindible para la mañana de los domingos de todo este mes de abril en el Umbral.

‘La Covancha’

Intérpretes: Jesús Barranco e Irene Serrano

Dirección: Mayte Barrera

Dramaturgia: Mayte Barrera, Jesús Barranco y textos de creación colectiva

Ayudante de Dirección: Rosel Murillo Lechuga

Asesor a la dramaturgia y a la dirección: Luis Sorolla

Diseñadora de Escenografía y Vestuario: Paola de Diego (AAPEE)

Diseñadora de Iluminación: Rocío Sánchez Prado

Diseñador de Espacio Sonoro: Nacho Bilbao

Vídeo: Ales Alcalde

Fotografía: Luz Soria

Jefa de Producción: Rosel Murillo Lechuga

Comunicación y prensa: Amanda H C – Proyecto Duas

Con la Asesoría de [los números imaginarios]

Produce: Mayte Barrera con la colaboración de Bella Batalla

El Umbral de Primavera, Madrid

Todos los domingos de abril de 2022, a las 12:30h.

José-Miguel Vila

Columnista y crítico teatral

Periodista desde hace más de 4 décadas, ensayista y crítico de Artes Escénicas, José-Miguel Vila ha trabajado en todas las áreas de la comunicación (prensa, agencias, radio, TV y direcciones de comunicación). Es autor de Con otra mirada (2003), Mujeres del mundo (2005), Prostitución: Vidas quebradas (2008), Dios, ahora (2010), Modas infames (2013), Ucrania frente a Putin (2015), Teatro a ciegas (2017), Cuarenta años de cultura en la España democrática 1977/2017 (2017), Del Rey abajo, cualquiera (2018), En primera fila (2020), Antología de soledades (2022), Putin contra Ucrania y Occidente (2022), Sanchismo, mentiras e ingeniería social (2022), y Territorios escénicos (2023)

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
0 comentarios