Pegasus, Newton y Vox

La gran contradicción ante el caso Pegasus es que mientras el gobierno pacta con ERC, Bildu y Junts com Lladres a Domicili, tres facciones anti España que buscan la destrucción de nuestro modo de vida, con la boca rotunda de Margarita Robles se pregunta ¿qué ha de hacer un gobierno que se enfrenta a quien ha proclamado la independencia de un territorio?

A mí ya me parece bien que la ministra Robles les zurre así sea la badana de la oreja y que el resto de partidos leales -no me gusta distinguirlos como constitucionalistas y no constitucionalistas, la división real es entre leales y traidores- aplauda entusiástico. Otro cantar es la hipocresía de un gobierno que subsiste, existe y resiste por el apoyo venal de estos malos compañeros de germanía.

La tercera ley de Newton explica con claridad el auge de Vox que ya aparece en el horizonte superando al PP (bueno al PP de aquel exiguo intelecto que lo liderara hasta ayer, seguramente hoy con Feijoo la cuenta no es la misma) en intención de voto.

Es lógico y hasta deseable que las tornas cambien cuando la deriva ha llegado tan lejos y tan profundo. Ya no es que la ministra Irene Montero tenga un presupuesto de medio Twitter a precios de mercado (40.000 millones pagará Elon Musk por la Plataforma de los Ofendiditos, 20.000 se gastará la ex-cajera con coche oficial) para comprar banderitas moradas y confetti ecológico; ya no es que el ministro Garzón ataque las producciones ganaderas españolas en el extranjero (aparte la falacia, hace falta ser paleto) inventándose problemas que solo existen en su cabecita; ya no es que la ministra Ione Belarra y sus conmilitones se alineen con Vladimir Putin y defiendan su invasión, ya no es que la ministra Pilar Alegría -quien ni siquiera acabó la carrera de Magisterio y es solo diplomada, eso sí con máster- convierta la educación en un putiferio en el que se pasa de curso sin aprobar, se deja de estudiar filosofía -es una trola que se incluya en no sé dónde en bachillerato-, las matemáticas se vuelven socio afectivas y el exceso de psicologismo inunda hasta el recreo prohibiendo jugar al fútbol porque es machista (La Generalitat catalana dixit); es que encima las mentiras del presidente Sánchez no dejan de aumentar y crecer: a las tradicionales no pactaré con Bildu ni ERC, no concederé indultos a los golpistas, Podemos en el gobierno me quitaría el sueño, hay que añadir que la inflación es culpa de Putin, que el proceso inflacionario incluso meses antes de la invasión es culpa de Putin, que la bofetada a Argelia con el cambio de política exterior sobre el Sahara es la misma política de España en los últimos 40 años solo que “desatascada”.

Así las cosas, no es de extrañar la reacción social que está haciendo crecer a Vox a zancadas. Yo, un antiguo votante del PSOE hasta las pasadas elecciones, rodeado de amigos y conocidos de toda condición social y política -excepto locos independentistas y brutos pro ETA- estoy viendo la cantidad de personas de todo el espectro ideológico que se está pasando a Vox o pensando seriamente en votarlos las próximas elecciones. Personalmente, no me dan ningún miedo: sé que la democracia de mi país es más fuerte que una legislatura de cualquier color y que igual que sobreviviremos al gobierno de los culicagados lilas, sobreviviremos a cualquier gobierno.

Esta reacción pro Vox posiblemente recentre algunos temas: no tengo porque avergonzarme de ser español ni de España, entendida como el conjunto de españoles que trabajamos y vivimos en una determinada zona del planeta -creer que España es el territorio es de gente muy cazurra. O de educandos de la Lomloe-, es aceptable que no puede haber 14 calendarios de vacunación infantil y encima con diferentes vacunas en función de la CCAA en la que se esté. También lo es que el sistema educativo sea el mismo para todos, y no que en Cataluña estudien la Guerra de Sucesión llamándola de sEcesión o que en Euskadi no se estudie nada anterior a 1800. ¿Llamarán Violencia Intrafamiliar a la violencia de género? Pues igual que un montón de países como Argentina. ¿Exigirán que se cumpla la ley con los inmigrantes que vengan? Pues como casi todos los países del mundo.

Y de estos polvos moraditos vendrán otros lodos gruesos que también espiarán a los traidores, hasta que incluyamos Leyes de Claridad en la Constitución que prohíban tanta falta de sindéresis.