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Los mejores discos de jazz de la historia
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Los mejores discos de jazz de la historia

viernes 29 de abril de 2022, 13:02h

Aquí ofrecemos una selección de los mejores discos del jazz de la historia con los que me parecen indispensables.

En la lista se aporta otro disco destacado por cada artista y un disco, más o menos, similar de otro artista que también me parecen fundamentales. Se quedan fuera muchas, e imprescindibles, cosas de gente como Lester Young, Stan Getz, Herbie Hancock, Sun Ra, Sarah Vaughan, Max Roach, Chet Baker, Lee Morgan, Horace Silver y un largo etcétera, pero consideren esto una pequeña introducción en la que los discos están expuestos por orden cronológico:

Louis Armstrong - The Complete Hot Fives & Hot Sevens (1925-30)

El mundo le recuerda por su voz cascada, su eterna sonrisa y 'What A Wonderful World' pero Louis Armstrong fue mucho más que eso, estamos hablando de la piedra sobre la que se edificó todo el edificio del jazz, siendo el hombre que cambió el énfasis de una cosa grupal a la improvisación solista, haciendo de él el músico que más ha influido en el género, decía Miles Davis que era imposible tocar una nota que no hubiera tocado antes Louis Armstrong, tal era el poderío de su trompeta en sus primeros años. No contento con ello también fue el cantante en el que se miraron todos los demás, cantando con una personalidad y un fraseo propio que influyeron al resto. La fuente de inspiración directa para Duke Ellington, Miles Davis, Dizzy Gillespie, Coleman Hawkins (que llevó sus innovaciones al saxofón), Billie Holiday, Ella Fitzgerald o el propio Frank Sinatra. Sus grabaciones de finales de los años 20 se centran en su explosiva forma de tocar la trompeta que definiría el género para siempre, con ejemplos como 'Heebie Jeebies', 'Muskrat Ramble', 'Potato Head Blues', 'Wild Man Blues', 'West End Blues', 'Basin Street Blues', 'Ain't Misbehavin' o 'Weather Bird', acompañado únicamente por el piano de otro gigante del jazz tradicional, Earl Hines.

- Otro disco fundamental del mismo artista: The Complete Louis Armstrong-Duke Ellington Sessions
- Un disco similar también fundamental: Bix Beiderbecke, Vol. 1: Singin' the Blues

Duke Ellington - The Blanton Webster Band (1940-42)

Duke Ellington es, sencillamente, el compositor, arreglista y líder de orquesta más importante de la historia del jazz, puede que el suyo sea el legado más importante de todos los que aparecen aquí, comenzando a grabar en los años 20, donde fue uno de los fijos del mítico Cotton Club, y teniendo al menos una obra maestra en las siguientes cinco décadas hasta su muerte en 1974. Con una carrera tan gigantesca como la suya es difícil elegir un solo periodo pero nadie duda de que el que recoge este triple disco es el pico absoluto, los años en los que Ellington, y su fiel Billy Strayhorn, se convirtieron en unos de los pocos compositores jazz con tantas canciones convertidas en estándar como los grandes nombres del Tin Pan Alley como Cole Porter, George Gershwin o Irving Berlin, no en vano en estos tres discos aparecen cosas como 'Take the 'A' train', 'Concerto for Cootie (Do Nothing till You Hear from Me)', 'Cotton Tail', 'Never No Lament (Don't Get Around Much Anymore)', 'In a Mellow Tone', 'I Got It Bad (And That Ain't Good)', 'Chelsea Bridge', 'C Jam Blues' o 'Sentimental Lady'. También ayuda que la banda de estos años, de 1940 a 1942, fuera la mejor con la que contó Duke en sus más de 50 años de carrera, un verdadero 'all star' en el que estaba gente como Jimmy Blanton al bajo, Ben Webster al saxo tenor, Barney Biggard al clarinete, Johnny Hodges al saxo alto, Juan Tizol al trombón, Rex Stewart a la corneta, Cootie Williams y Ray Nance a la trompeta o Sonny Greer a la batería. El culmen del periodo swing del jazz.

- Otro disco fundamental del mismo artista: At Newport (1956)
- Un disco similar también fundamental: Count Basie - The Original American Decca Recordings (1937-39)

Charlie Parker - The Complete Savoy and Dial Studio Recordings 1944-1948

Hasta la aparición de Charlie Parker el jazz vivía inmerso en la época del swing, grandes orquestas en las que los solistas tenían unos pocos segundos para hacer su solo y todo estaba más mecanizado. Los solos se improvisaban a través de la melodía pero Parker se dio cuenta que podía improvisar a través de los acordes, creando así nuevas variaciones sobre la estructura de los temas, pudiendo tocar muchas más notas y más rápido. A su llegada a Nueva York encontró a varios músicos jóvenes que estaban en su misma onda. Gente que se reunía en el Minton´s a altas horas de la madrugada (a los músicos se les invitaba a comer los lunes). Fue allí en interminables jam sessions donde el be bop fue cogiendo forma. Entre los habituales estaban músicos como Thelonious Monk, Kenny Clarke o el hombre con el que formaría una de las más importantes asociaciones en la historia del jazz, Dizzy Gillespie. El hecho de que a inicios de los años 40, en plena II Guerra Mundial, hubiese una prohibición a la hora de grabar discos hizo que cuando finalmente Bird y Diz entrasen en un estudio de grabación a inmortalizar su música esta ya estuviese en su momento álgido. Cuesta imaginar lo que tenía que pasar por la cabeza de un aficionado al jazz que hubiese estado combatiendo cuatro años en Europa o en el Pacífico y volviese a casa y pasase de escuchar el 'In the mood' de Glenn Miller al 'Koko' de Bird, pero debía ser algo parecido a "¿nos han invadido alienígenas?". El mayor revolucionario de la historia del jazz no volvería a alcanzar la increíble altura de vuelo de estas sus primeras grabaciones pero su influencia en el mundo del jazz fue tan grande que, poco después, su admirador, y amigo, Charles Mingus compuso una canción con el significativo título de 'If Charlie Parker Was a Gunslinger There´d be a Whole Lot of Dead Copycats', algo así como "Si Charlie Parker fuese un pistolero habría un motón de imitadores muertos". Para el año en que murió, 1955, todo el mundo del jazz giraba alrededor de su figura, habiendo sustituido a Coleman Hawkins y Lester Young como el saxofonista más influyente de todos los tiempos.

- Otro disco fundamental del mismo artista: Jazz at Massey Hall (1953)
- Un disco similar también fundamental: Dizzy Gillespie - The Complete RCA Victor Recordings

Thelonious Monk - Genius of Modern Music Volumes 1 & 2 (1947-48/1951-52)

Posiblemente el único compositor jazz que se pueda comparar a Duke Ellington, algo que ha hecho que a Monk se le minusvalore, a veces, como pianista. Es evidente que es en la composición donde más destacaba, siendo el más brillante en ello de todos los padres del be bop, pero su peculiar estilo al piano es fundamental para esas composiciones que se convertirían en la piedra filosofal del jazz moderno, canciones que han recibido centenares de versiones pero que pocas veces han superado a las originales del propio Monk, con ejemplos tan grandes como 'Round Midnight (Round About Midnight)', 'Ruby my Dear', 'Epistrophy', 'Misterioso' o 'Well You Needn't' en el primer volumen, o 'In Walked Bud', un homenaje a Bud Powell, y 'Straight, No Chaser' en el segundo.

- Un disco similar también fundamental: Bill Evans - The Complete Live at the Village Vanguard
- Otro disco fundamental del mismo artista: Brilliant Corners (1957)

Ella Fitzgerald - The Cole Porter Songbook (1956)

Había que meter un disco de jazz vocal y después de pensarlo mucho me he decantado por Ella Fitzgerald, sencillamente porque me parece la voz más bonita y maravillosa que ha dado el género. También porque sus discos con el sello Verve de Norman Granz centrados en los grandes compositores del Tin Pan Alley (y Duke Ellington) son, en mi opinión, la Biblia del jazz cantado. Mi favorito es el primero de todos ellos, el dedicado al que también es mi compositor favorito de aquella increíble terna, Cole Porter. La cantante tenía 39 años, pero su voz seguía conservando su alegría infantil, aunque ahora sonaba más segura en un año en el que Elvis Presley pasaría a la historia cantando música negra como ningún otro blanco lo había hecho. Aquí Ella coge las canciones de un compositor blanco y vuelve a demostrar que la música no entiende de razas, ni fronteras, solo de talento. Y aquí hay a raudales con Fitzgerald elevando esas canciones de Broadway a la categoría de arte.

- Otro disco fundamental del mismo artista: The George & Ira Gershwin Songbook (1959)
- Un disco similar también fundamental: Billie Holiday - Lady Day Swings! (1935-39)

Sonny Rollins - Saxophone Colossus (1956)

Uno de los discos de jazz más fáciles de recomendar a todo el mundo, Sonny Rollins se convertía en el saxofonista más importante de su época con un disco increíble pero muy accesible, gracias a ese caramelo que la abre, la encantadora y pegadiza melodía de calypso de la composición propia 'St. Thomas', luego entrega una desoladora interpretación de 'You Dont Know What Love Is', una de sus mejores baladas de siempre, se pone juguetón con 'Strode Rode' y 'Moritat', una versión del famoso 'Mack The Knife', y cierra el disco con una maravilla contemporánea que le ve colocarse a la vanguardia del jazz, 'Blue 7'. Una obra maestra en la que Rollins se confirma como la mezcla perfecta entre la fuerza de Coleman Hawkins y las innovaciones de Charlie Parker.

- Otro disco fundamental del mismo artista: A Night at the Village Vanguard (1957)
- Un disco similar también fundamental: Coleman Hawkins - Body And Soul (1939-56)

Miles Davis - Kind of Blue (1959)

Si alguna vez se han interesado por el jazz lo más mínimo, lo más probable es que hayan terminado empezando por aquí, el disco más famoso de la historia del género, comandado por el hombre que fue su imagen y sonido, el trompetista Miles Davis, que contó aquí con la colaboración de Jimmy Cobb a la batería, Paul Chambers al bajo, John Coltrane al saxo tenor, Cannonball Adderley al saxo alto y Bill Evans al piano. Coltrane llevaba con Miles desde 1955 (cuando le recomendó su amigo Sonny Rollins), pero después de haber pasado un tiempo con Thelonious Monk, y librarse de su adicción a la heroína, su estilo estaba alcanzando nuevas dimensiones, sabiendo aplicar el nuevo enfoque modal de Miles con su nueva libertad creativa, una superposición de acordes a la que denominó como "sábanas de sonido", la contraposición de su furioso ataque con el lírico timbre de la trompeta de Miles daría como resultado la obra maestra del jazz. Una obra en la que el pianista Evans es otro de los elementos fundamentales, trayendo consigo su aprecio por la música impresionista en todas las canciones menos en 'Freddie Freeloader' donde tocó Wynton Kelly. Pistas como 'So what' o 'All blues' pasaron a convertirse en fijos dentro del repertorio en directo de Miles, mientras que 'Flamenco Sketches' adelantaba el siguiente disco de Miles, otra nueva obra maestra, esta vez junto a Gil Evans, en la daría su particular visión de la música tradicional española en 'Sketches Of Spain'.

- Otro disco fundamental del mismo artista: Miles Davis - Bitches Brew (1970)
- Un disco similar también fundamental: Cannonball Addelrey - Somethin' Else (1958)

Ornette Coleman - The Shape of Jazz To Come (1959)

El hombre que abrió, o mejor dicho, derribó todas las puertas del género musical más libre, Ornette fue el arcángel del free jazz, a pesar de que a Coleman nunca le terminó de convencer el término, ya que en su música había bastantes partes compuestas y melódicas, como se puede apreciar en varis de las composiciones de este profético disco titulado 'The Shape Of Jazz To Come', aunque en posteriores obras como el polémico 'Free Jazz' terminaría de destruir los muros que pudieran contener al solista, logrando con ello la siguiente revolución en el género tras la del be bop. Sin ser un virtuoso a la manera de Charlie Parker, Coleman lo compensaba, con creces, con una increíble originalidad y una envidiable falta de prejuicios. Como dijo un comentarista de él, la mayoría de la gente en el jazz se subió al 'Tren A' de Duke Ellington y nunca se bajó, Ornette, definitivamente, se bajó y creó su propia línea. En breve, habría colas para subirse a su tren.

- Otro disco fundamental del mismo artista: Change Of The Century (1960)
- Un disco similar también fundamental: Wayne Shorter - Speak No Evil (1964)

Charles Mingus - The Black Saint And The Sinner Lady (1963)

Solo existe una persona que podría ser considerado el heredero de Duke Ellington y llevar a la música de big band a los nuevos tiempos posteriores al bop. Su nombre era Charles Mingus y fue el bajista más importante del be bop, tocando en el histórico concierto en el Massey Hall junto a Parker, Gillespie, Bud Powell y Max Roach. Aun así, Mingus sacó su obra definitiva en 1963 con más de 40 años y un puñado de obras maestras detrás de él. En este 'The Black Saint And The Sinner Lady', con notas interiores escritas por su psiquiatra, despliega todo su conocimiento en los arreglos y como director de orquesta, entregando un discos que suena a un todo, que es moderna y clásica a un mismo tiempo, con ligeros toques de folclore andaluz incorporados en la forma de una guitarra española, y que cuenta con excelentes solistas como el saxo alto de Charlie Mariano.

- Otro disco fundamental del mismo artista: Mingus Ah Um (1959)
- Un disco similar también fundamental: Oliver Nelson - The Blues And The Abstract Truth (1961)

John Coltrane - A Love Supreme (1965)

El otro disco, junto al 'Kind of Blue' que sirve como puenta de entrada al género, la obra suprema de John Coltrane. Claro que si la obra maestra de Davis, en la que también participa Coltrane, es la perfección hecha disco y resulta mucho más accesible, la de Coltrane tiene aristas, resultado de un hombre que intenta ir un paso más allá de la perfección. Se puede considerar este disco como el mejor resumen de una carrera que siempre intentó llevar al límite las posibilidades de su instrumento. En 'A Love Supreme' encontramos a un saxofonista que mezcla el 'hard bop' de sus inicios con el jazz modal y el free jazz que abrazó en su carrera en solitario. Junto a él están los otros tres miembros de su cuarteto clásico, Jimmy Garrison al bajo, Elvin Jones a la batería y el otro gran solista del disco, el pianista McCoy Tyner. Juntos grabaron uno de los discos más intensos y espirituales que haya dado cualquier tipo de música. Coltrane se liberó de todas las restricciones y llevó al jazz a cotas inimaginables de emoción con esta grabación. Una vez Miles Davis le dijo "Coltrane no puedes tocar todo a la vez" pero con esta grabación su antiguo alumno le llevó la contraria. El instrumentista más dotado de la historia supo llevar la libertad que trajo consigo Ornette Coleman a los lugares más sagrados y es que las 4 partes que componen 'A love supreme', comenzando con 'Acknowledgement' no son música, son religión. Amén.

- Un disco similar también fundamental: Eric Dolphy - Out To Lunch (19649
- Otro disco fundamental del mismo artista: Giant Steps (1960)

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