Crítica de la obra de teatro 'Los despiertos': filosofía cotidiana

Vuelve el actor, director y dramaturgo gaditano José Troncoso donde solía, es decir, a reflexionar a pie de calle sobre ti, sobre mí, sobre todo lo que nos sucede a todos. Lo hace en el Teatro del Barrio en ‘Los despiertos’, una propuesta escrita y dirigida por el propio Troncoso y que materializan en el escenario tres personajes deliciosos, íntimos, tiernos, obsesivamente currantes y frágiles a la vez: Finito, Mediano y Grande, que encarnan con verdad extrema tres estupendos actores, Israel Frías, Luis Rallo y Alberto Berzal, respectivamente.

Trabajar, dormir, volver a trabajar, volver a dormir… Y así en una sucesión larguísima, casi infinita, de días que puede llegar a cubrir cuatro o cinco décadas de cada individuo. Así se puede resumir el modus vivendi del hombre moderno, ese que antepone su trabajo a todo lo demás: vivir para trabajar y no trabajar para vivir. Y, entre tanto, las grandes preguntas de la existencia humana siguen rondándonos intermitente, machaconamente: ¿Hay algo después de esto? (“La vida es un misterio…”). Y, como la respuesta no es fácil, lo mejor es seguir trabajando y así no dar pie al dolor de cabeza, por no decir al dolor de existir.

Tres barrenderos de la noche, tres despiertos salen cada jornada a limpiar la ciudad, a custodiar los sueños de aquellos que esperan que el reloj se envuelva en la negrura nocturna para irse a dormir y así, al día siguiente, volver a encontrarse todo en su sitio, impoluto, limpio de polvo y paja. Todo para poder seguir durmiendo, viviendo, soñando… En el fondo, ‘Los despiertos’ son todos aquellos que hacen posible que cada día vuelva a salir “el zol”, que cada día el astro rey vuelva a iluminar nuestras conciencias y nos insufle al común de los dormidos –la gran mayoría-, nuevas ganas de seguir viviendo, aún a sabiendas de que “nadie se acordará de nosotros cuando hayamos muerto”.

El absurdo llevado hasta el extremo por Finito, casado y padre de dos hijos, pero mujeriego hasta la médula; por Mediano, un cuarentón que “entrena” para morir (“¿cuánto tiempo me queda exactamente...? ¡Tan poco tiempo…!”), y que permanece atado por el cordón umbilical a su madre, que todavía le lleva el bocata al niño a las 4 o las 5 de la madrugada, y a Grande, un chulillo del mismo Bilbao, algo violento, pero tan realista y francote que siempre acaba cayendo en el más espantoso de los ridículos.

“¿Y si no trabajo, ¿qué hago...?” Vivir, vivir –le contesta un personaje al otro-. “Pero, ¿y si no sé cómo hacerlo?”, le replica el primero. Oscuro futuro el que tiene quién acaba pensando así, cierto…

Vestidos por Felisa Kosse, iluminados por Javier Ruiz de Alegría e insuflados de ternura por la música y el espacio sonoro del genial Mariano Marín, los tres personajes de ‘Los despiertos’ son seres frágiles, perdidos, elementales y supervivientes de un mundo absurdo que el espectador difícilmente olvidará.

Un día nos confesó José Troncoso que lo primero que hace cada mañana al despertarse es acudir a Twitter para ver el pensamiento que, en menos de 140 caracteres, le regala -en realidad, nos regala…-, el dramaturgo Eusebio Calonge, el autor de cabecera de La Zaranda. Se nota que esos pensamientos le calan hasta lo más hondo porque ‘Los despiertos’ están llenos de la sabiduría que emana de cada palabra, de cada personaje nacido al calor de la verdad de La Zaranda. ¿Puede haber influencias mejores? Seguramente no, como tampoco puede haber un hijo teatral mejor que el también autor de Las princesas del Pacífico (2015), para seguir trasmitiendo la filosofía de lo cotidiano sobre las tablas del escenario.

… Y todo para acabar descubriendo que “la basura no tiene corazón”. Lo malo es que también lo estamos perdiendo todos los que la generamos. Al final solo queda algo de poesía, mucho de chirigota y todo el esperpento valleinclanesco del mundo recogido en una propuesta tan auténtica como sincera y desgarrada, tan cómica como amarga, ‘Los despiertos’. Aunque seguro que volverá al escenario de Teatro del Barrio, si puedes no te la pierdas hoy mismo.

‘Los despiertos’

Autoría y Dirección: José Troncoso

Adjunta a la Dirección: Belén Ponce de León

Intérpretes: Alberto Berzal, Israel Frías y Luis Rallo

Diseño de Iluminación: Javier Ruiz de Alegría

Música original y espacio sonoro: Mariano Marín

Producción: Los Despiertos

Gestión de producción: Eslinga

Comunicación: María Díaz

Fotografía: Paco Ureña

Diseño Gráfico: Jaroriro

Vestuario: Felisa Kosse

Teatro del Barrio, Madrid

Hasta el 29 de abril de 2022