El miércoles fue la Reserva Federal y ayer era el Banco de Inglaterra el que, siguiendo sus pasos, subía también los tipos de interés. El Banco de Inglaterra envió una dura advertencia de que Reino Unido se arriesga al doble golpe de una recesión y una inflación superior al 10%.
Ayer, elevó su tipo de referencia a su nivel más alto desde 2009, con un aumento de un cuarto de punto porcentual hasta el 1%. Los nueve miembros del BoE que fijan los tipos votaron por 6 a 3 a favor de la subida del tipo de interés bancario desde el 0,75%. Tres de ellos pidieron un aumento mayor hasta el 1,25%. El banco central apuntó que le preocupa el impacto de los nuevos confinamientos por el COVID-19 en China, que amenazan con golpear de nuevo las cadenas de suministro y aumentar las presiones inflacionarias. El aumento de tipos del BoE ha sido el cuarto desde diciembre, el ritmo más rápido de endurecimiento de la política monetaria en 25 años. La mayoría de sus miembros cree que "un cierto grado de endurecimiento adicional de la política monetaria podría ser apropiado en los próximos meses". En el comunicado se eliminó la palabra "modesto" para describir la escala de incrementos de tipos que se avecinan.
Mientras, en EE.UU. los rendimientos de los bonos del Tesoro de Estados Unidos subían ayer, tras una jornada volátil centrada en el hecho de que el presidente de la Fed descartara subidas de más de 50 pb. El diferencial del rendimiento entre los bonos a 2 y 10 años se amplió al máximo en dos semanas.