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Crítica de la obra de teatro 'Y heredarás la tierra': el inmenso valor de la palabra

Crítica de la obra de teatro 'Y heredarás la tierra': el inmenso valor de la palabra

viernes 27 de mayo de 2022, 08:00h

Nacida del Laboratorio Escénico de Técnicas Performativas de la Facultad de Filología de la U.C.M., que dirige la profesora Nieves Martínez de Olcoz, acaba de ver la luz sobre un escenario ‘Y heredarás la tierra’, a partir del texto del joven dramaturgo Sergio Altorre (27 años), en montaje dirigido por Juan Claudio Burgos, otro dramaturgo que también quiere experimentar desde el lado de la dirección de escena. Después de haber pasado por varios centros culturales madrileños y teniendo pendientes varias funciones más en los próximos meses, el Paraninfo de Filología -el mismo que frecuentaba García Lorca-, ha marcado el miércoles, 25 de mayo, la fecha oficial del estreno de la pieza.

El resultado es francamente sorprendente. Un texto, opera prima de Altorre, inusualmente maduro, profundo, lúcido, sereno y doloroso a la vez que Burgos ha destilado en el alambique de la reflexión y los ensayos hasta dar con la esencia misma del mensaje del autor a través de la palabra y el cuerpo de cuatro estupendos actores. Los cito por orden de intervención porque, al margen del mayor o menor peso textual de cada uno de sus personajes, su entidad es igualmente clave en el desarrollo de la propuesta escénica. Son Eduardo Ruiz de Aguiar (Abel, joven impulsivo y atormentado), Paco García (el Viejo, tirano, seco, sarcástico y sabelotodo), Sonia Sánchez (Alma, la fuerza y la voluntad, la decisión hecha mujer) y Sebastián Bretón (el Ciego, esperanzado, siempre en la búsqueda).

‘Y heredarás la tierra’ presenta una situación distópica que sucede en un tiempo y lugar indeterminados. Ha habido una guerra. Todo está destrozado y apenas sí queda algún trozo de tierra sembrado. Las huellas de la destrucción alcanzan a seres, a viviendas y a cultivos. Todo está yermo, baldío. Hasta las almas de los pocos habitantes que aún -quizás por error-, pueblan la tierra. La herencia que los antecesores -hoy diríamos nuestros mayores-, dejan a sus hijos no es precisamente el mejor de los mundos…

Cuatro seres, ya casi sin alma, vagan alterados y confusos ante el panorama que tienen por delante. Sus encuentros no son voluntarios, buscados. Incluso muchas veces hasta les resultan molestos. En boca de todos ellos hay dos palabras que no dejan de resonar, guerra y soledad

“La tierra está enferma…”, dice Abel. “Está podrida, sí, está maldita por culpa de las palabras”, le replica el Viejo… “Siempre estoy anhelando esa luz, que vuelva a mí, que me deje comprender…”, es la mayor preocupación del Ciego. “Todo está emponzoñado, sucio, inmerecido… La tierra, las gentes”, añade más tarde Alma. Una suerte de violencia secreta, latente, contenida unas veces y claramente explícita en otras, atraviesa la relación entre los pocos seres que aún pueblan esa tierra arrasada, baldía, yerta. En secuencias sucesivas, que no corresponden a una historia lineal sino poliédrica, como entresacada de momentos vividos aquí y allá y colocados en un oculto y misterioso orden, lo único que aparece claro entre todos los personajes es que ha habido un asesinato, que la tensión y el odio andan sueltos y que todos pueden ser víctimas de todos. En una suerte de thriller distópico el temor, la duda y la incertidumbre se apodera de los cuatro personajes: “Nunca podremos perdonarte. La memoria está viva…”, concluye Alma.

La escenografía es necesariamente mínima –el presupuesto, probablemente, sea simplemente inexistente-, apenas unos sacos (de tierra, de libros) al fondo del escenario, donde permanecen los actores cuando no intervienen directamente, parapetados detrás de una careta blanca, que se quitan en cuanto vuelven a primer término en la escena. La luz es tenue, incluso tenebrosa en ciertos momentos, pronuncia la inquietud y la zozobra de los personajes y da a la historia un tinte pesimista que ya se encarga de poner las palabras que pronuncian los cuatro personajes. La decisión de Juan Claudio Burgos de dejar desnuda la palabra es un acierto porque así no hay nada que distraiga al espectador.

Vestidos todos con una especie de kimono ancho (blanco u oscuro, según los casos), que oculta las formas de los cuerpos, incide también en ese mismo sentido, el de acentuar la importancia de las palabras, de eso que nos define y nos diferencia a los seres humanos del resto de los seres de la creación. Esas palabras que hieren, que denuncian, que se acomodan como pueden a una herencia que estamos dejando a nuestra descendencia, que ya aprecia con dolorosa nitidez que todo está quemado, que será muy difícil levantarlo de nuevo… Y eso si es que no surge otra guerra y vuelve a aniquilar lo ya aniquilado…

Estoy seguro de que ha nacido un nuevo dramaturgo de raza. Esta ‘Y heredarás la tierra’ pronto podrá leerse detenidamente su texto porque va a editarla un sello especializado en textos dramáticos, y verás que no exagero ni un ápice. Animamos a Sergio Altorre a que siga en esta senda de crudeza, de palabra desnuda que nombra lo innombrable, que señala lo que no queremos ver. Muy interesante.

‘Y heredarás la tierra’

Dramaturgia: Sergio Altorre

Dirección: Juan Claudio Burgos

Dirección Laboratorio Escénico Técnicas Performativas UCM: Nieves Martínez de Olcoz

Elenco: Sebastián Bretón, Paco García, Eduardo Ruiz de Aguiar y Sonia Sánchez

Iluminación y Sonido: Sergio Altorre

Paraninfo de la Facultad de Filología de la U.C.M.

25 de mayo de 2022

José-Miguel Vila

Columnista y crítico teatral

Periodista desde hace más de 4 décadas, ensayista y crítico de Artes Escénicas, José-Miguel Vila ha trabajado en todas las áreas de la comunicación (prensa, agencias, radio, TV y direcciones de comunicación). Es autor de Con otra mirada (2003), Mujeres del mundo (2005), Prostitución: Vidas quebradas (2008), Dios, ahora (2010), Modas infames (2013), Ucrania frente a Putin (2015), Teatro a ciegas (2017), Cuarenta años de cultura en la España democrática 1977/2017 (2017), Del Rey abajo, cualquiera (2018), En primera fila (2020), Antología de soledades (2022), Putin contra Ucrania y Occidente (2022), Sanchismo, mentiras e ingeniería social (2022), y Territorios escénicos (2023)

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