La Unión Europea impone un cargador único de móviles y tablets a partir de 2024

La Comisión Europa ha aplaudido el acuerdo provisional alcanzado entre el Parlamento Europeo y los Estados miembros de la UE sobre la propuesta de una solución común de carga.

A partir de 2024, todos los nuevos teléfonos móviles, tabletas, cámaras, consolas, auriculares, altavoces portátiles, libros electrónicos, teclados, ratones y sistemas de navegación portátiles deberán estar equipados con un puerto de carga USB-C. La fecha límite para los ordenadores portátiles es 2026.

Aprovechando el poder del Mercado Único, estas nuevas y tan esperadas reglas traerán ahorros de recursos y CO2 al tiempo que permitirán la innovación tecnológica.

El acuerdo alcanzado por los legisladores confirma y amplía la propuesta de la Comisión:

• Se armonizará el puerto de carga y la tecnología de carga rápida: en primer lugar, USB-C será el puerto común. Esto permitirá a los consumidores cargar sus dispositivos con el mismo cargador USB-C, independientemente de la marca del dispositivo. Al mismo tiempo, la armonización de la tecnología de carga rápida ayudará a evitar que diferentes fabricantes limiten injustificadamente la velocidad de carga y ayudará a garantizar que la velocidad de carga sea la misma cuando se utiliza cualquier cargador compatible para un dispositivo. Estas reglas ahora se aplicarán a una variedad de dispositivos electrónicos mencionados anteriormente. Es posible que en el futuro se incluyan más dispositivos tras una evaluación periódica del mercado por parte de la Comisión.
• Separar la venta de un cargador de la venta del dispositivo electrónico: los consumidores podrán comprar un nuevo dispositivo electrónico sin un nuevo cargador. Esto limitará la cantidad de cargadores no deseados comprados o dejados sin usar. Los resultados obtenidos y la posible extensión de la medida al cable se evaluarán en el transcurso de la ejecución.
• Información mejorada para los consumidores: los productores deberán proporcionar información relevante sobre el rendimiento de la carga, incluida información sobre la potencia requerida por el dispositivo y si es compatible con la carga rápida. Esto facilitará que los consumidores vean si sus cargadores existentes cumplen con los requisitos de su nuevo dispositivo o les ayudará a seleccionar un cargador compatible.
• Soluciones armonizadas de carga inalámbrica: dado que la tecnología está evolucionando rápidamente y con el fin de limitar una posible futura fragmentación del mercado, la Comisión evaluará las diferentes tecnologías disponibles con vistas a una posible armonización futura, y solicitará a la Unión Europea Organismos de normalización que la solución adecuada se traduzca en una norma armonizada.

El acuerdo alcanzado también garantiza que las soluciones de cargadores comunes se puedan implementar sin demora, especialmente dadas las soluciones tecnológicas ampliamente disponibles y el amplio tiempo que ya se le ha dado a la industria para adaptarse. Por lo tanto, se establece un período de transición de 24 meses desde la adopción oficial para hacer realidad el cargador común para todos para todas las categorías de productos en el alcance, excepto para las computadoras portátiles que se beneficiarán de 40 meses.

Un problema ecológico

En 2020, se vendieron en la UE aproximadamente 420 millones de teléfonos móviles y otros dispositivos electrónicos portátiles. Sin embargo, debido a la incompatibilidad de los cargadores en el mercado, más de un tercio de los consumidores informan haber experimentado problemas, mientras que gastan aproximadamente 2400 millones de euros al año en cargadores independientes adicionales. Al mismo tiempo, los cargadores desechados y sin usar contribuyen a generar alrededor de 11 000 toneladas de desechos electrónicos cada año.

La Comisión ha apoyado una solución de carga común para teléfonos móviles y dispositivos electrónicos similares desde 2009. Si bien los años de trabajo con la industria en un enfoque voluntario ayudaron a reducir el número de cargadores de teléfonos móviles de 30 a 3 en la última década, este enfoque no no permitiría lograr la plena armonización. Con respecto a la desagregación de los cargadores, actualmente no existe una base legal para enmarcar tal práctica. Dado que ofrece importantes beneficios ambientales, es importante complementar la armonización del receptáculo de carga. Además, la armonización del protocolo de tarificación asegura que ambas disposiciones garanticen la plena interoperabilidad y recuperen los mayores beneficios para los consumidores y el medio ambiente. Esos beneficios se verán reforzados por la ampliación de la lista de categorías de productos cubiertos