La ministra principal de Escocia pide un nuevo referéndum de independencia en 2023

La ministra principal de Escocia, la líder nacionalista Nicola Sturgeon, ha convocado el martes un nuevo referéndum de independencia para 2023, que ahora debería ser aprobado en el Parlamento de Reino Unido.

Sturgeon lo anunció en un discurso ante el Parlamento escocés, que establece el camino del país hacia el referéndum de independencia previsto para el próximo año, después del Brexit, que para el pueblo escocés cambió radicalmente las condiciones por las cuales aprobaron en 2014 permanecer en el Reino Unido, en la anterior consulta nacional.

La ministra principal denunció que "Escocia, durante generaciones, ha pagado un precio por no ser independiente" porque desde Londres "imponen políticas que no apoyamos, que con demasiada frecuencia nos impiden alcanzar nuestro potencial".

Denunció la salida forzosa de la Unión Europea, por ser parte de Reino Unido, cuando el deseo nacional escocés era proeuropeo: "Los conservadores tienen solo 6 diputados en Escocia, apenas el 10% de la representación escocesa, y, sin embargo, nos han sacado de la UE en contra de nuestra voluntad".

Sin posibilidad de entendimiento

También considera que el actual gobierno conservador británico "han despojados a los jóvenes de oportunidades", aviva los "conflictos industriales" y provoca "una guerra comercial".

Además, tampoco cree que si hay un cambio de orientación ideológica en Londres varíen las cosas para los intereses escoceses: "Los laboristas no devolverán a Escocia a la UE ni al mercado único. Y tampoco lo harán los demócratas liberales". "El Partido Laborista es más una pálida imitación que una alternativa genuina", zanjó.

"Ahora es el momento de llevar a Escocia por el camino correcto, el camino elegido por quienes viven aquí. Ahora es el momento de la independencia. Este parlamento tiene un mandato claro y democrático para ofrecer a Escocia esa opción", proclamó en el Parlamento escocés.

Por eso, pidió que los gobiernos de Reino Unido y Escocia se sienten a negociar, "acordando responsablemente un proceso, incluida una orden de la sección 30, que permita que el pueblo escocés decida".

Sturgeon insistió en que debe ser un referéndum pactado, para dar legitimidad a su independencia: "Un referéndum ilegal no sería viable. Incluso si lo fuera, carecería de efecto. El resultado no sería reconocido por la comunidad internacional. Sin rodeos, no conduciría a la independencia de Escocia".