Mohamed VI ha definido claramente la política exterior de Marruecos en sus dos discursos principales del año. En el de la Fiesta del Trono del 30 de julio volvió a tender la mano de la reconciliación y de la colaboración con su vecina Argelia. En el más reciente de este sábado, con motivo del 69º aniversario de la Revolución del Rey y del Pueblo, ha insistido en vincular las relaciones comerciales con socios tradicionales y nuevos que adoptan posiciones poco claras respecto a la marroquinidad del Sáhara a que aclaren sus posturas y revisen su contenido, del modo que no admita interpretaciones.
El Rey ha lanzado un mensaje contundente y claro para todos: “el expediente del Sáhara constituye los lentes con los que Marruecos mira al mundo, y es el criterio claro y sencillo con el que mide la sinceridad de las amistades y la eficacia de las asociaciones”. El monarca marroquí recomendó a los socios tradicionales y nuevos de Marruecos a seguir los pasos de Estados Unidos, España, Alemania, Holanda, Portugal, Serbia, Hungría, Chipre y Rumanía, más varios países latinoamericanos, africanos y árabes que apoyan la marroquinidad del Sáhara y respaldan el Plan de Autonomía planteado por Marruecos desde 2007.
Especial interés tiene para España la mención tan favorable del Rey para su postura clara y responsable en un momento clave para la estabilidad de las relaciones en el norte de África. No los mencionó, pero el mensaje a los socios comerciales tradicionales y nuevos tiene destinatarios claros y conocidos. El más directo es Francia que no termina de pronunciarse claramente sobre la propuesta marroquí. Su presidente, Emmanuel Macron visita Argelia este jueves 25 de agosto y encima de la mesa estará la necesidad de recuperar las relaciones entre los dos grandes países magrebíes y las negociaciones en el seno de Naciones Unidas para resolver el conflicto del Sáhara.
También el enviado especial de Naciones Unidas, Steffan de Mistura, tiene previsto visitar Argelia durante los próximos días. El órdago de Mohamed VI también afecta a China, Reino Unido, Brasil y Rusia, viejo aliado de Argelia a cuyo gobierno podría recomendar el inicio de una nueva etapa con Marruecos.
Entre otras muchas razones, porque después de las sanciones europeas a Rusia, el 45% de las frutas y hortalizas que consumen los rusos proceden de Marruecos. Es uno de los elementos relevantes de un puzzle muy complicado porque Rusia pretende incrementar su presencia e influencia en África, pero sus recursos se orientan a Ucrania por la inesperada y larga duración de su invasión. Otra razón del día a día de los ciudadanos argelinos muy molestos, que puede influir en sus jefes militares que controlan el poder político, es la desastrosa gestión de los incendios con 38 muertos.
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