El rincón solidario de Barajas

Cada mañana Anko Ordóñez, responsable de comunicación de Aviación Sin Fronteras España (ASF), acude al 'stand' que la organización tiene en el aeropuerto de Barajas. ASF es una asociación humanitaria y sin ánimo de lucro que tiene por objeto poner sus medios humanos y de transporte en general, y en particular, las posibilidades aeronáuticas de sus miembros al servicio de causas humanitarias. “Tenemos varias misiones: ayudar a la infancia, especialmente a través de proyectos de desarrollo, transportar ayuda humanitaria, prestar servicio a otras ONG sin ánimo de lucro y desarrollar, en lo que podamos,  el potencial humano de nuestros voluntarios”, declara Ordóñez.

Desde el 'stand' del aeropuerto de Barajas se coordina todo el área de secretaría y de coordinación de proyectos. “Atiendo a los voluntarios y a las demás personas que se acercan para participar en la organización. También coordino a los diferentes responsables de proyectos y les doy los soportes metodológicos que requieren”, asegura Ordóñez. Asimismo, en el 'stand'  disponen de un pequeño almacén para guardar las cajas de medicinas que van a enviar, ya que Barajas, junto con El Prat (Barcelona),  es el punto de salida de la mayoría  de las misiones de ASF España, ya que tiene conexiones internacionales.

En el aeropuerto de Madrid también se realizan campañas de captación de socios y voluntarios en las diferentes compañías aéreas. Por último, Barajas es también el lugar de encuentro donde se celebran las asambleas y juntas de voluntarios. “En estas reuniones exponemos nuestra actividad y tomamos decisiones entre todos, por votación”, explica Ordóñez.

ASF nació en Francia en 1980 y 16 años más tarde llegó a nuestro país. “En 1996 una azafata de Iberia, en el transcurso de  un vuelo de Dakar a Gran Canaria, atendió a un voluntario de Aviación sin Fronteras de Francia que realizaba el trayecto acompañando a dos niños senegaleses afectados de una cardiopatía y que iban a ser operados en Madrid, porque en su país de origen no podían salvarlos”, afirma Ordoñez . “A raíz de dicho contacto, se creó en España una estructura propia de apoyo con voluntarios y finalmente se constituyó como ONG en 1999”, añade.

En la actualidad ASF España cuenta con unos 350 voluntarios-socios, generalmente personal en activo y jubilados de diversas compañías aéreas, tanto de vuelo como de tierra, personal de AENA y personas no vinculadas a la aviación que realizan tareas organizativas. “Tenemos 8 proyectos fijos al año y detrás de cada proyecto hay dos coordinadores. No tenemos una sede clara porque estamos repartidos por toda España, de hecho el único que está ahora en Madrid, en el aeropuerto de Barajas, soy yo”, declara Ordóñez. “Hoy en día con la ayuda de internet no es tan necesario que nuestros voluntarios más participativos se desplacen hasta la oficina para realizar las tareas organizativas. De todas formas, todas las semanas tres voluntarias acuden un par de días para echarme una mano con los temas administrativos” añade.

Los ocho proyectos de ASF España , diferentes entre sí, tienen sin embargo objetivos comunes: apoyar la educación y  la alimentación en distintas partes del tercer mundo (Camerún, Burkina Fasso o el Norte de Bolivia), envío de ayuda médica y sanitaria, excursiones extrahospitalarias para niños enfermos o el acompañamiento de estos mismos niños durante su viaje a nuestro país para ser operados. “Cada proyecto tiene un nivel de dificultad diferente. Yo he estado en Bolivia y Camerún y de ambos sitios me llamó la atención lo mismo: al final los que más aprendemos somos nosotros, los voluntarios y los trabajadores de ASF. Tratamos con gente que no tiene medios para vivir, pero que sin embargo tiene grandes cualidades humanas”, asegura Ordóñez.