Mariano Rajoy prometió ayer que, si gana las elecciones, creará un "contrato de integración" para los inmigrantes por el cual éstos dispondrán de los mismos derechos que los españoles pero deberán comprometerse a "cumplir las leyes, aprender la lengua y a respetar las costumbres de los españoles". Rajoy precisó que el contrato afectará a todo aquel inmigrante que quiera obtener un "permiso superior a un año de residencia en España" y que incluirá el requisito de "regresar a su país si durante un tiempo no logra encontrar empleo".
El País y
La Vanguardia coinciden en sus titulares:
"Rajoy quire obligar a los inmigrantes a firmar un contrato de integración". El Mundo destaca que la 'propuesta' incluye que los inmigrantes
"se comprometan a irse si no encuentran empleo".
Según
ABC el 'contrato de integración' propuesto por Rajoy es el mismo que propuso Sarkozy cuando era ministro de Interior y que le "
catapultó a la Presidencia". "Rajoy desea agilizar la expulsión de inmigrantes y frenar su llegada", titula
El Periódico, mientras que
Público sentencia
: "Rajoy, duro con los inmigrantes".
Y en cuanto a los editoriales,
El Mundo opina que "si algo se puede criticar a la iniciativa de Rajoy es que le falta concreción". Añade que el líder del PP tendrá que aclarar que con su iniciativa "no trata de inmiscuirse en la vida de nadie", sino "en aquellas conductas que puedan afectar a la vida privada de otros