La Iglesia de las Fuentes comienza a ser demolida este lunes

A las siete de la tarde de este domingo se celebró la última misa en el templo -situado en el número 39 de la calle Villa de Marín- antes de su demolición, ordenada por los tribunales. Aunque la historia de la parroquia se remonta a 1982, la iglesia se construyó en 1986, gracias a la aportación de vecinos del barrio, recordó el párroco, Eusebio Ocaña.

En el mismo año en el que se abrieron por primera vez las puertas de la iglesia empezaron también los problemas, cuando los vecinos del número 41 de la misma calle se querellaron contra el Ayuntamiento alegando que se había edificado demasiado cerca de sus viviendas. Tras una primer fallo a favor del Consistorio, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) dictó, en 1993, una sentencia en la que se ordenaba la demolición de aquella parte de la iglesia que "sobrepasaba el límite de separación" con el edificio colindante, tras el recurso interpuesto por dos vecinos.

Cuatro años más tarde, en 1997, unos 300 feligreses impidieron a las máquinas proceder a la operación de derribo, que fue desaconsejada por los mandos de la policía antidisturbios. En junio de 2000, tras otra orden de derribo, los vecinos se volvieron a encerrar en la parroquia, esperando que se admitieran los recursos presentados contra la sentencia.

Por su parte, los dos vecinos que iniciaron el proceso al denunciar la infracción urbanística solicitaron al tribunal madrileño, en junio de 2002, que se les tuviera por apartados del proceso. El Arzobispado de Madrid llegó a un acuerdo económico con estos vecinos por unos 541.000 euros, lo que permitió suspender la demolición.

Ejecución inmediata
Sin embargo, en julio de 2002, otros cinco vecinos del inmueble decidieron personarse en el proceso de ejecución de la orden de demolición. La personación de esas cinco personas fue estimada por el TSJM en octubre de 2002 en un auto en el que se ordenaba asimismo la ejecución inmediata de la orden de derribo parcial, lo que motivó el recurso del Consistorio y el arzobispado madrileño, rechazados en 2005 por el Tribunal Supremo.

Eusebio Ocaña aseguró este domingo, minutos antes de celebrar su última misa en esta iglesia, que los vecinos "han tomado con dolor" la noticia de la demolición aunque, en esta ocasión, no van a mostrar oposición al derribo."Ya se han agotado todos los recursos. Queremos que se haga cuanto antes y de la manera más pacífica y normal", añadió.

La demolición ordenada por los tribunales afecta a unos 80 metros cuadrados del templo, en la zona del presbiterio -donde está el altar- y "al rincón donde está la Virgen", señaló Ocaña. No obstante, los trabajos obligarán a modificar la cimentación y la cubierta del inmueble, por lo que la demolición será, en la práctica, total, explicó.