El talante tampoco es verdad

En la entrevista que en la Cuatro le hizo Iñaki Gabilondo a Zapatero, en la que el primero quedó como “La Chelito” y el segundo como lo que es, el Presidente le dijo a su periodista de cámara que hay gente a la que “le molesta su talante”, convencido de que su bondad extrema y sus buenas maneras provocan rechazo en la oposición que naturalmente es arisca, desagradable y malencarada.

Luego, cuando creían que no había ningún micrófono abierto, le dijo: “Los sondeos nos van bien, pero conviene que haya tensión y a partir de la próxima semana vamos a dramatizar más”.

Este dato es sólo un síntoma aunque, en otras entrevistas menos amables, Rodríguez está demostrando que aguanta poco cuando el entrevistador le enfrenta a la cruda realidad de los datos económicos o al recordatorio de sus propias palabras pronunciadas en otros momentos y que ahora quiere olvidar.

Aguanta poco, pero se defiende atacando. No se atreve a llamar poco patriotas a quienes le preguntan con intención, pero tanto a Luis del Olmo en su día como a Carlos Herrera hoy, les ha replicado que hay que ser más rigurosos cuando se pregunta, les ha negado la evidencia, se ha desdicho sin despeinarse de afirmaciones propias que están en las hemerotecas y en los archivos sonoros de las radios, y en vez de responder a las preguntas que le formulaban se ha dedicado a afirmar que el PP y Rajoy no supieron gobernar en su momento.

La estrategia es negar la mayor, interrumpir al entrevistador y darle leña al mono de la derecha hasta que aprenda a hablar catalán.

No sé que sensación tienen quienes entrevistan al Presidente estos días -salvo en el caso de Gabilondo- pero debe resultar frustrante ver lo inútil que resulta hablar con alguien que frente a la realidad que todos percibimos, responde con la propaganda.